Se resistían las vacaciones de verano de Haakon y Mette-Marit de Noruega en la isla de Dverg, unos kilómetros al sur de la localidad de Kristiansand (Noruega), pero al final podrán alquilar finalmente una casa para veranear en dicha zona.
Las autoridades municipales de Kristiansand, al sur de Noruega, aprobaron ayer concederles el discutido permiso, lo que implica la prohibición de acceso al público de varias zonas de la isla y la instalación de cámaras por motivos de seguridad, una idea que había causado rechazo entre algunos partidos políticos y vecinos.
Los Príncipes, que deberán pagar 170.000 coronas noruegas (unos 21.000 euros) al año en concepto de alquiler de la Villa Vogts, podrán levantar una valla a lo largo de la isla para impedir el acceso a la residencia, así como colocar cámaras de seguridad en 22 zonas. Ambas partes acuerdan además impulsar medidas para abrir y mejorar el resto de la isla para el uso público.
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