Barack Obama: Premio Nobel de la Paz
Los Reyes de Noruega, acompañados por los príncipes Haakon y Mette-Marit, presideron la ceremonia
Máxima expectación ha despertado este año la entrega en Oslo del Premio Nobel de la Paz -el único de los seis galardones que se concede anualmente fuera de Suecia-, a la altura de la que siempre generan sus hermanos en Estocolmo. Porque este año ha recaído por sus esfuerzos extraordinarios para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos en Barack Obama, el hombre que hizo historia convirtiéndose en el primer Presidente negro de Estados Unidos y en quien muchos confían para cambiar el mundo.
El Presidente estadounidense llegó ayer a Oslo para recibir el prestigioso premio de la Paz, apenas nueve días después de haber anunciado un refuerzo de las tropas estadounidenses en Afganistán. Ironías de la vida. El avión presidencial Air Force One aterrizó por la tarde en el aeropuerto internacional de la capital noruega y esta mañana, antes de acudir a la ceremonia, Obama se reunió con el Presidente del Comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland; el Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y con el rey Harald, en presencia de la reina Sonia y los príncipes Haakon y Mette-Marit en la Sala de los Pájaros del Palacio Real.
La Familia Real noruega tuvo hoy, como es habitual, un papel destacado en los actos de entrega. Los cuatro ocuparon un puesto de honor en la ceremonia, celebrada en el Ayuntamiento de Oslo y a la que acudieron alrededor de un millar de invitados, entre ellos, además de los miembros reales, algunos representantes de los principales órganos del Gobierno del país nórdico, y estrellas como Will Smith y su esposa, Jada Pinkett Smith, que presentarán mañana en el Oslo Spektrum el tradicional concierto del Premio Nobel de la Paz este año con las actuaciones de Wyclet Jean, Donna Summer, Toby Keith, Lang Lang y Natasha Bedingfield.
La gala del premio Nobel de la Paz albergaba hoy dos ceremonias en una: la oficial de siempre, la solemne entrega del galardón y, en paralelo, una extraoficial con un desfile de elegantes por los salones de la alcaldía. Se alzaron con el título de reinas del estilo de esta última la reina Sonia, con un favorecedor conjunto rojo; la princesa Mette-Marit, con un abriguito marfil de aire retro, y la Primera Dama estadounidense, con un vestido dorado de tercipelo cortado al láser combinado con una chaqueta del mismo tejido de la colección de invierno de Calvin Klein Collection, diseñada por Francisco Costa, director creativo de la firma para mujer.
Centró la oficial el esperado discurso de Obama. Si el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, galardonado con el Nobel de la Paz 2008, instó en su intervención al Presidente de Estados Unidos a dar una prioridad "alta" en su primer año de mandato al conflicto de Oriente Próximo, que calificó del "mayor reto" actual para la paz, hoy ha sido Barack Obama el que ha hecho su particular llamamiento a la paz y reconoció que otras personas habrían merecido recibir el galardón antes que él. El Presidente de Estados Unidos llegó a Oslo, recibió su premio y se fue a casa. No pudo almorzar con los Reyes ni asistir, entre otros puntos del programa, al concierto de gala. Gajes de ser el hombre más solicitado.
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