“Ni Alberto ni yo nos podemos inmiscuir en su relación, ellos son independientes y toman sus propias decisiones juntos. A veces nos dicen que no, tanto a su padre como a mí, incluso se enfadan y en esos casos nos preguntamos qué estamos haciendo mal. Sin embargo, Jacques y Gabriella son fuertes juntos y eso tenemos que aceptarlo”, explica Charlene