¿Quién dice que los hombres pierden atractivo cuando se casan? Que se lo pregunten a Pierre Casiraghi, ya que en su caso parece que es totalmente al contrario. El hijo de Carolina de Mónaco está aún más seductor que antes de convertirse en el marido de Beatrice Borromeo. Sólo hay que ver las imágenes que nos ha regalado esta semana, con las que nos ha dado una verdadera lección de cómo es un gentleman con 'sello Grimaldi'.
Con bermudas azul marino y camisa blanca, le hemos visto levantando pasiones en el Yacht Club de Mónaco, donde se está celebrando la 12º edición de la Monaco Classic Week – La Belle Classe, unas jornadas bianuales que se celebran desde el año 1994 y que reúne barcos de vela clásicos, yates a motor y barcos a motor en un mismo puerto. Entre ellos, el príncipe marinero más atractivo de todos, que salió a navegar a bordo del legendario 'Tuiga', propiedad de su tío Alberto de Mónaco y barco insignia del Yatch Club del Principado.
A pesar de que en esta ocasión no le vimos acompañado de su flamante esposa, Pierre, que llevaba un original colgante con forma de mantarraya, disfrutó de lo lindo y aprovechó al máximo el buen tiempo que hacía en Mónaco. ¿Dónde estaría la siempre elegante y chic Beatrice?
Desde que se dieron el 'sí, quiero' con una boda infinita -civil en Mónaco y religiosa en el lago Maggiore- la pareja tan sólo se ha dejado ver en una ocasión, con motivo de las celebraciones del 10º aniversario del ascenso al trono de Alberto de Mónaco junto al resto de la familia el pasado mes de julio.
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Hasta el próximo domingo, 13 de septiembre, la Monaco Classic Week hará las delicias de los amantes del mundo náutico, que podrán disfrutar de estas verdaderas joyas de otras épocas, eso sí, perfectamente restauradas por sus adinerados dueños.