Una joya 'de emperatriz', el regalo de Carolina de Mónaco a Beatrice Borromeo
Durante la boda de Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi, la mayoría de las miradas fueron hacia los cuatro diseños –entre Valentino y Armani- que la periodista italiana lució durante las celebraciones nupciales. Sin embargo, para la ceremonia civil en el Palacio Grimaldi la novia llevó algo nuevo –como manda la tradición- y también muy especial, unos pendientes salidos de los talleres que servían a la emperatriz Sissi.
La novia, con su diseño rosa de Valentino, apostó por flores naturales para el pelo y no lució ningún tipo de gargantilla, dejando todo el protagonismo a los pendientes, que -según el medio alemán Bunte- fue el regalo que Carolina de Mónaco hizo a su nuera para ese día tan especial.
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El regalo de boda se trata de un diseño de la joyería vienesa, A.E. Köchert, una casa fundada en 1814 y que es conocida como “la joyería del Emperador”, gracias a los muchos encargos del emperador Francisco I que le valieron el título oficial de joyero de la Corte. A lo largo de los años han elaborado piezas históricas, entre ellas las 27 estrellas de diamantes con las que la emperatriz Sissi se trenzaba su cabello.
Así que la mujer de Pierre Casiraghi luce unos pendientes fabricados en los talleres que han trabajado para numerosos miembros de la realeza y que han tallado, por ejemplo, las piezas para la coronación de Fernando I de Austria, para la princesa María Luisa de Borbón-Parma o Zita de Borbón-Parma (la última Emperatriz y Reina consorte de Austria-Hungría). Esta joyería es además una de las favoritas de Ernesto de Hannover, con cuyos propietarios el Príncipe -y marido de Carolina- guarda una estrecha relación, de hecho en ocasiones ha acudido a eventos conmemorativos de la casa A.E. Köchert.
Los pendientes de Beatrice están compuestos de oro blanco, diamantes y morganita, una piedra preciosa que pertenece a la familia del Berilo, igual que las esmeraldas, por lo que debido a su color rosáceo se conoce como la “esmeralda rosa”. Una joya de 13.500 euros que casa a la perfección con el fabuloso diamante rosa en forma de anillo de compromiso que Pierre Casiraghi le regaló a la que ya es su mujer.
Seguramente estos pendientes ya ocupan un lugar preferente en el joyero de Beatrice y serán una pieza que le acompañe el resto de su vida, quizá los podremos ver más adelante en algún Baile de la Rosa o en algún acto de la familia Grimaldi.