Los Grimaldi viven un momento de grandes alegrías entre nacimientos, bautizos, bodas y aniversarios varios. Dieron cuenta de esta dicha arrolladora en su aparición de ayer en el estadio Luis II para apoyar al Fútbol Club de Mónaco frente a la Juventus en los cuartos de final de la UEFA Champions League.
Un exultante Andrea Casiraghi reaparecía apenas diez días después de convertirse en padre por segunda vez. No había más que mirarle para darse cuenta de que su pequeña, que nació la noche del pasado 12 de abril en el hospital Portland de Londres, ha colmado de felicidad a toda la familia. Y es que no se le borró la sonrisa en todo el encuentro pese a que su equipo cayó finalmente frente al club italiano.
Tatiana Santo Domingo se quedó en su residencia de Londres al cuidado de la recién nacida, que es de los tres nietos de Carolina de Mónaco la primera niña y ocupa el sexto lugar en la sucesión al Trono, tras los mellizos del príncipe Alberto y Charlene, la Princesa de Hannover, el propio Andrea Casiraghi y su hermano mayor, el pequeño Sasha, nacido en marzo de 2013.
Madre e hija abandonaron el centro médico para recuperarse en casa al día siguiente del nacimiento, tras haber recibido las visitas al hospital de las abuelas, la princesa Carolina y Vera Santo Domingo, cargadas de flores y regalos, y del pequeño Sasha, al que se le pudo ver por primera vez caminando y vestido con un gracioso y moderno atuendo, luciendo una gorra vuelta del revés, al estilo rapero.
Andrea Casiraghi acompañaba a Alberto de Mónaco en el palco real. Sobrino y tío, ambos en las mieles de la paternidad, se enfrascaron durante el descanso en una distendida conversación que adivinamos que giraría alrededor del único tema posible para los flamantes padres: los niños. Tampoco faltaron Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, los novios de Mónaco, que compaginan los preparativos nupciales con una actividad frenética antes de darse el sí, quiero en verano y cuyas miradas enamoradas y gestos de cariño volvieron a acaparar una vez más todos los flashes.
Todos con el Mónaco, incluso la dama que, aunque italiana, se declaró gran aficionada del equipo local, al que también animó la semana pasada en otro partido de la Champion League. Entonces acudió junto a su hermana Lavinia Borromeo y con los colores de la bandera monegasca en el rostro. Alberto de Mónaco volverá a reunir el próximo 10 de mayo en la catedral de San Nicolás a toda la familia Grimaldi para celebrar el bautizo de sus mellizos y en julio de nuevo por los fastos del décimo aniversario de su entronización. Dos ocasiones históricas que los príncipes Alberto y Charlene compartirán con todo el pueblo monegasco.
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