La Familia Real de Mónaco recuerda al príncipe Raniero con una misa celebrada por el décimo aniversario de su muerte
Al acto religioso acudió el príncipe Alberto junto a su esposa, Charlene; las princesas Carolina y Estefanía y varios nietos del soberano fallecido
Diez años después de su muerte, ocurrida el 6 de abril de 2005, el recuerdo del príncipe Raniero se mantiene intacto en el principado de Mónaco, donde este martes se celebró una misa en su memoria en la Catedral de San Nicolás. Fue una ceremonia muy emotiva para la Familia Real monegasca que estuvo arropada por amigos y admiradores del fallecido soberano que llenaron el templo para rendir homenaje al hombre que cambió por completo el rumbo del Principado.
Al acto religioso acudió el príncipe Alberto junto a su esposa, Charlene, y sus dos hermanas, las princesas Carolina y Estefanía. También asistieron tres de los nietos de Raniero III: Pierre Casiraghi y Alexandra de Hannover (hijos de la mayor de los Grimaldi) y Camille Gottlieb, la benjamina de Estefanía.
De luto riguroso, con un abrigo anudado a la cintura y cubriendo su pelo con un velo, la princesa Charlene llegó a la catedral con su marido. Tras ellas, también de negro y con el gesto serio, Carolina y Estefanía, que se sentaron junto a Alberto II y su mujer en un lugar destacado de la iglesia.
Durante la homilía, el arzobispo Bernard Barsi de Mónaco recordó cómo la muerte de Raniero hundió “a su familia y al Principado en el dolor y el luto" y destacó que "era un jefe de Estado reconocido y apreciado por todos (…) Transformó su país con el fin de mantener las especificidades monegascas". También tuvo palabras para rememorar la figura de la princesa Grace -fallecida en un trágico accidente de tráfico el 14 de septiembre de 1982-, una trágica desaparición que Ranerio “asumió con valentía y dignidad”, dijo. Tras la ceremonia, en la que intervino un coro infantil, la Familia Real monegasca permaneció unos minutos a solas para poder visitar en la intimidad las tumbas del príncipe Raniero III y la princesa Grace, según informa Monaco-Matin.
El funeral en recuerdo de Raniero es el primer acto público en el que se puede ver a Charlene junto a su marido y sus cuñadas desde su comentada ausencia del Baile de la Rosa el pasado 28 de marzo. Por la mañana había asistido, también con Alberto II, a la inauguración de un nuevo edificio que albergará la Tesorería General de Finanzas y el Grupo de Seguridad del Principado. Desde el nacimiento de sus hijos Jacques y Gabriella, el pasado 10 de diciembre, ha adaptado su agenda para estar el mayor tiempo junto a ellos.