El brillo de la mirada de Beatrice Borromeo y de su anillo de compromiso en la Semana de la Moda de París
Son una de las parejas más bonitas, más enamoradas y también más atareadas de la realeza. Por si fuera poca cosa preparar una boda, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo añaden a sus quehaceres profesionales –él como accionista mayoritario de Engeco, la empresa familiar que fundó su padre, Stéfano Casiraghi, en 1984, y ella como aguerrida periodista de investigación de Il Fatto Quotidiano, el periódico para el que trabaja- algunos pequeños extras como el primer desafío transoceánico de Pierre por el mar Caribe o el seguimiento del despegue del primer avión solar en Abu Dabhi junto a Alberto II de Mónaco. Nada más y nada menos. Pues bien, después de todo, aún sacan tiempo para darse cita en la Semana de la Moda de París.
Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, conjuntados con llamativos plumíferos en verde y en rojo -los colores de Italia, país natal de la bella aristócrata-, hicieron parada en esta ocasión en la meca de la moda francesa para apoyar la presentación de Moncler Gamme Rouge, la segunda línea del diseñador romano Giambattista Valli. Que nadie se adelante a pensar que Beatrice pudiera estar tomando nota para el vestido de novia, porque la colección era una reinterpretación del estilo puramente urbano con fibras de alta tecnología. Además, sospechamos (no tenemos aún confirmación oficial) que la italiana será novia Armani, que es su diseñador de cabecera, como en su día lo fue Charlene de Mónaco.
Los novios de Mónaco, inseparables e imparables como nunca ahora que están en capilla, yendo juntos de un punto del globo a otro, incluso trabajando codo con codo, se mostraron tan cómplices y enamorados como siempre en el front row de Valli. La mirada feliz de Beatrice Borromeo brilló tanto como su anillo de compromiso de diamantes rosa. Prueba de su amor.