Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, eligiendo escenarios para una boda de ensueño
Las tres hermanas de la novia se han casado en las impresionantes Islas Borromeas, un escenario a la altura del Palacio de Mónaco
¿Cómo será el vestido de novia? ¿Lucirá alguna tiara de la familia Grimaldi? ¿Quién ejercerá de madrina? ¿Vivirán los monegascos un esplendor como el de antaño? Muchas son las preguntas que se han desatado en torno a uno de los eventos protagonistas del 2015: La boda de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, el próximo 20 de abril. Uno de los miembros más guapos de la realeza europea abandona la soltería y una de las principales cuestiones a resolver es indudablemente... ¿cuál será el lugar elegido para el gran día?
Dado que el novio es el hijo de la princesa Carolina de Mónaco, muchas miradas están centradas en el Principado. Sin embargo, teniendo en cuenta el nobilísimo linaje de la aristócrata italiana y los idílicos lugares con los que cuenta la familia Borromeo, surgen múltiples posibilidades para una boda de ensueño.
Dejando al margen los palacios, las fincas y los bellos lugares con los que cuentan los descendientes del que fuera arzobispo de Milán en el siglo XVI, San Carlos Borromeo, hay un enclave que brilla especialmente y esas son las Islas Borromeas, un paraíso cargado de historia familiar en donde se han casado las tres hermanas de Beatrice Borromeo.
En el lago Maggiore, al norte de Italia, emerge un pequeño archipiélago adquirido por la familia Borromeo, entre 1439 y 1447, para formar el núcleo de lo que sería el estado Borromeo. Vitaliano VI, en el año 1650, inició la construcción del palacio y el diseño de los impresionantes jardines. Además de estas “perlas flotantes”, la familia tiene la Rocca d´Angera, una majestuosa fortaleza que se alza sobre uno de los acantilados del lago.
Rocca d'Angera, uno de los escenarios de la boda de Isabella Borromeo y Ugo Brachetti Peretti
La hermana mayor de Beatrice Borromeo, Isabella, eligió para una de las recepciones de su boda con el magnate del petróleo italiano, Ugo Brachetti Peretti, la Rocca d´Angera. Una fortaleza de la que emerge un castillo medieval que domina la parte meridional del lago Maggiore, una posicióon estratégica desde la que se controlaba el comercio y que era propiedad de la Casa Visconti, hasta que en 1449 fue adquirida por la familia Borromeo.
En el interior se encuentran cinco salas históricas -la torre Castellana, el ala Scaligera, el ala Visconti, la torre de Giovanni Visconti y el ala Borromeo- perfectamente integradas y que albergan frescos de finales del siglo XIII, además de una importante colección de retratos, pinturas y muebles. Todo ello rodeado de jardines medievales pensados al milímetro y que albergan plantas medicinales y especies que pretenden recrear “un paraíso perdido”. Un lugar que no ha parado de evolucionar, ya que en 1988 la princesa Bona Borromeo Arese creó en la fortaleza uno de los museos de muñecas y juguetes antiguos, más importantes de Europa.
Sin lugar a duda, un enclave especial que contribuyó a que el enlace de Isabella Borromeo fuera inolvidable, tanto es así que su hija mayor se llama Angera, en honor a este lugar cargado de historia.
Isla Madre, el mágico lugar en el que Lavinia Borromeo y John Elkann se dieron el “sí, quiero”
La Isla Madre es una de las joyas del lago Maggiore, ligada a la familia Borromeo desde que en 1502 comenzó la primera obra para convertir esta isla en un lugar de deleite gracias a la suavidad del clima y la exuberante naturaleza. En 1858 se construyó una gran plaza con una capilla que tiene una hermosa fachada decorada con paneles de terracota. Este fue el lugar elegido por Lavinia Borromeo y su marido, John Elkann, heredero de los Agnelli y presidente del grupo Fiat, para sellar su amor en septiempre de 2004.
El palacio de Isla Madre fue abierto al público en 1978 para apreciar sus salones venecianos con tapices, brocados, columnas floreadas, retratos familiares e incluso un pequeño teatro de títeres. Todo ello en un entorno en el que florecen olivares, cítricos, magnolias, camelias o nenúfares, al aire libre o en bellos invernaderos acristalados con vistas al lago.
Motivos más que suficientes para que Lavinia Borromeo la eligiera para su gran día, sin embargo, aunque la ceremonia tuvo lugar en isla Madre, los invitados -entre los que se encontraba Silvio Berlusconi, Michael Schumacher o Elle MacPherson- se trasladaron el barcos a la Isla Bella, en donde se celebraría el banquete y la posterior fiesta.
Isla Bella, el paraíso soñado por Matilde Borromeo y el príncipe Antonius Von Fürstenberg
La Isla Bella es el lugar con el que soñaría cualquier novia para pasar por el altar, marcada por el romanticismo desde que Carlo III Borromeo la llamó así en honor a su esposa Isabella d’Adda. Diseñada como un barco que emerge de las aguas azules, es un increíble trabajo de arquitectura y jardinería de inspiración barroca en el que estatuas, obeliscos, balaustradas de piedra y escaleras crean un escenario único. Al aire libre y ante el jardín de los Pavos Reales, Matilde Borromeo y el príncipe Antonius Von Fürstenberg se convirtieron en marido y mujer.
La celebración tuvo lugar en los salones barrocos del Palacio Borromeo, lleno de suelos de mármol, estucos neoclásicos, armaduras y tapices flamencos de oro y seda. Allí se lo pasaron en grande los herederos de las grandes fortunas europeas y también estuvieron presentes Andrea y Pierre Casiraghi. Un paraíso del que todo el mundo puede disfrutar, ya que tanto la Isla Bella, como la Isla Madre y la Rocca d'Angera están abiertas al publico de marzo a octubre.
Carlo Borromeo y Marta Ferri, la excepción que confirma la regla
Hasta ahora el único de los hermanos que no se ha casado en “dominios borromeos” fue Carlo, que siguiendo los deseos de su pareja, Marta Ferri, se casó en la volcánica isla de Pantelleria. Un enclave mediterráneo, situado al sur de Sicilia, en donde el padre de la novia -el prestigioso fotógrafo Fabrizio Ferri- tiene una finca. Un lugar también muy exclusivo, en el que el único varón de los hermanos Borromeo abandonó la soltería en junio de 2012.
¿Y por qué celebrar una gran boda cuando puedes hacer dos? Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo
Pierre Casiraghi podría seguir los pasos de su hermano y sellar su amor por todo lo alto. Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo celebraron dos enlaces con dos estilos diferentes, en los que el glamour monegasco fue el común denominador.
La primera de ellas tuvo lugar el 31 de agosto de 2013 en el legendario palacio de los Grimaldi, una ceremonia civil reservada para la familia y los más íntimos amigos, tras la cual se celebró un banquete en los jardines de palacio, los mismos en los que el príncipe el príncipe Raniero y la princesa Gracia fueran fotografiados por primera vez, y también el lugar en donde la princesa Carolina celebró su primera boda.
Cinco meses después de la ceremonia civil, los padres de Sasha Casiraghi volvieron a prometerse amor eterno ante el altar de la capilla de Rougemont, un antiguo convento del siglo XI de la estación suiza de Gstaad. La boda religiosa se calificó como la boda soñada por los novios y se convirtió en un derroche de glamour bajo la nieve ante la presencia de la alta sociedad internacional, que se reunió para el banquete en el impresionante hotel Palace.