Alejandra de Hannover: 'He sentido una emoción muy fuerte al llevar la bandera de Mónaco y representar a mi país'
Alejandra de Hannover ha vivido estos días fuertes emociones. Y es que la hija menor de Carolina de Mónaco ha hecho su gran debut en un concurso internacional de patinaje, el Festival Olímpico de la Juventud Europea, en Austria. Pero no sólo eso, además ha participado en el desfile de la ceremonia de apertura, como abandera monegasca, junto a casi 900 deportistas procedentes de 45 países. "He sentido una emoción muy fuerte al llevar la bandera de Mónaco y representar a mi país", ha dicho la joven al periódico Mónaco Matin.
Igual que su hermana mayor, Carlota Casiraghi, cosecha éxitos en los circuitos hípicos, ella lo hace en las pistas de hielo. La sobrina de Alberto de Mónaco, que causó sensación el pasado mes de diciembre en Italia durante la Gala de hielo en Bolzano, presentó a principios de semana su programa libre con los temas musicales The Mooche (Cotton Club) de John Barry y Betty Bitty Boopy de Pink Martini y días después el programa largo.
Bajo la atenta mirada de su madre, la princesa Carolina; de su padre, el príncipe Ernesto de Hannover; de Yvette Lambin-Berti, Secretario General del Comité Olímpico monegasco, y de Pascal Camia, Presidente de la Federación monegasca de patinaje, la princesa Alejandra patinó sin presión innecesaria añadida: "Yo no defino un resultado predeterminado. Vine aquí porque me feliz esta oportunidad de participar en este tipo de competiciones de alto nivel y representar a mi país".
En 2010 la Princesa de Hannover comenzó a patinar. Lo que empezó como un hobby se ha convertido en verdadera pasión, como confesó a la citada publicación: "En ese momento sólo patinaba por ocio y entrenaba tres veces por semana. El verano pasado, decidí ampliar mis estudios de deportes en Annecy y patino todos los días desde septiembre". La Princesa aseguró también que ha descubierto lo "genial" que es competir: "Sobre el hielo, puedes expresarte libremente. El patinaje es un medio extraordinario para hacer deporte".
El tren de su vida está en Annecy. La hija pequeña de Carolina de Mónaco se ha adaptado rápidamente a esta nueva vida de disciplina y dice haber entablado estrecha amistad con los otros patinadores con quienes entrena. Desde su llegada, ha hecho muchos progresos. Quién sabe si a su título de Princesa de Hannover añada en un futuro el de Campeona del Mundo.