Mónaco cuenta los días para dar la bienvenida a los gemelos principescos. En menos de dos semanas, los príncipes Alberto y Charlene tendrán a sus hijos entre sus brazos. Todo esta listo en el palacio Grimaldi para la llegada, e incluso ya se sabe cómo serán recibidos los bebés que cambiarán el orden de la linea sucesoria del Principado. Unos momentos de felicidad en los que el futuro padre tiene presente a su madre, la princesa Grace, e incluso le sirve de inspiración cuando piensa en la futura educación de sus pequeños.
“Ella era extraordinariamente generosa, cálida y abierta a los demás. Tenía mucha paciencia y tolerancia. Esos son los valores que vamos a tratar de transmitir a la generación que viene”. Alberto II realizó estas declaraciones al medio francés Le Parisiennne en el Yacht Club de Mónaco durante una rueda de prensa con motivo del estreno de un espectáculo del Cirque Éloize.
Aunque en un principio el monarca no iba a contestar preguntas relacionadas con los bebés, no pudo evitar hacer referencia a ellos cuando comenzó a hablar de las virtudes de la princesa Grace. Y es que el soberano ha demostrado siempre tener muy presente la memoria y los valores que su madre le inculcó, algo que se pone de manifiesto con los numerosos proyectos que hay en marcha para honrar su memoria: “La exposición 'Grace Kelly, Más allá del icono' lleva girando por todo el mundo con mucho éxito durante varios años, pero volverá a estar aquí en casa...”, aclaró Alberto II, que adelantó que hay otros proyectos en marcha para homenajear tanto a ella, como al príncipe Rainiero.
Esta acción es sólo una más de las muchas que vienen desarrollando, sin ir más lejos, durante los últimos meses, en los que la princesa Charlene ya se encontraba embarazada, los Príncipes inauguraron en Mónaco un jardín de rosas que lleva su nombre y meses después volaron a Los Ángeles para presidir la tradicional entrega de premios de la Fundación Grace.
La familia Grimaldi ha vivido tantas alegrías en los últimos años que parece que sus años tristes quedan muy atrás. Pero lo cierto es que la princesa Grace falleció en septiembre de 1982, dos años antes de que viniera al mundo su primer nieto, Andrea Casiraghi. Una felicidad que el príncipe Rainiero si pudo disfrutar ya que tuvo la suerte de convivir con los hijos de Carolina -la hasta ahora nieta menor, Alejandra de Hannover, hizo las delicias de su abuelo en sus últimos años- y los hijos de Estefanía. Así que ahora que dos nuevos miembros vienen en camino, parece que Alberto de Mónaco quiere que el legado de sus padres esté más vivo que nunca.
El segundo hijo que tuvieron el príncipe Rainiero y la princesa Grace anunció que sus hijos nacería a mediados de diciembre. La princesa Charlene sale de cuentas "en Navidad" pero, como se trata de un nacimiento gemelar, la fecha de parto puede adelantarse hasta diez días. Lo que significa que en aproximadamente quince el palacio se llenará de bebés. Nuevos compañeros de juegos para el pequeño Sasha Casiraghi y para Raphaël, hijos de Andrea y Carlota Casiraghi respectivamente.