La vida de Andrea Casiraghi en Londres es como la de cualquier chico de su edad. Aunque su nombre figura en la línea de sucesión al trono monegasco, el primogénito de la princesa Carolina no vive en una realidad paralela y su método de transporte en Londres es el metro. Los fines de semana es habitual verle en los vagones de District Line, la línea verde del metro de Londres, que recorre la ciudad de oeste a este y tiene varias bifurcaciones. Esta línea es la que Andrea tiene más cerca de su casa y es la que le lleva a sitios tan concurridos como St James’ Park o Westminster.
Pero Andrea no es el único que está comprometido con el medio ambiente. Su mujer, Tatiana Santo Domingo, regenta Muzungu Sisters, una firma de diseño ecológica. De hecho, el matrimonio fijó su residencia en Londres, porque es allí donde tiene su sede la empresa de Tatiana. También fue en la capital británica –en el hospital Portlan-donde nació su primer hijo, Sasha, a quien vimos debutar hace unos días en un acto oficial de la mano de su abuela Carolina de Mónaco. Andre y Tatiana rompieron así con la tradición de la familia de nacer en territorio monegasco (Carolina, Alberto y Estefanía, así como los hijos de Carolina nacieron en Mónaco). Igualmente, el segundo hijo de Andrea y Tatiana podría nacer en Londres en los próximos meses. A pesar de tener fijada su residencia en Londres, el matrimonio viaja continuamente a Mónaco, para cumplir con sus compromisos oficiales.
Sin duda, Andrea intenta dotar a su vida de una gran normalidad, a pesar de ocupar el segundo lugar en la línea de sucesión, según el artículo 10 de la Constitución. Esta posición cambiará en el mismo momento en el que nazcan los hijos de Alberto y Charlene de Mónaco, algo que podría producirse en cualquier momento. Alberto de Mónaco anunció que los bebés principescos nacerán a mediados de diciembre. La princesa Charlene sale de cuentas "en Navidad" pero, como se trata de un nacimiento gemelar, la fecha de parto puede adelantarse hasta diez días. Lo que significa que en aproximadamente quince el palacio se llenará de bebés.