Charlene de Mónaco o el resplandor de la maternidad
Los soberanos presidieron en Los Ángeles la tradicional entrega de Premios de la Fundación Princesa Grace
Grace de Mónaco le puso el listón alto, pero la princesa Charlene ha sabido estar a la altura siempre y más que nunca precisamente en la tradicional entrega de premios que llevan el nombre de su predecesora. Si hay una ocasión en la que la esposa del príncipe Alberto derrocha año tras año puro glamour Grimaldi es en esta gala que se celebra en memoria de la recordada Princesa en su país natal.
Anoche la princesa Charlene no descuidó tampoco la cita y, blanca y radiante, resplandeció con un vestido premamá de seda con corte imperio y falda larga tableada. Ha comenzado la última etapa de su embarazo, pero puede presumir de estar tan guapa como siempre o incluso más. A pesar del leve cambio que ha experimentado su figura durante estos meses y que ha empezado a ser evidente en las últimas semanas, su mirada irradia esa luz especial que tienen todas las futuras mamás cuando ven que poco a poco va quedando menos tiempo para tener a su bebé entre sus brazos.
Horas después de esta brillante aparición, la Casa Real de Mónaco difundía un breve comunicado a través de las redes sociales en donde confirmaban que se convertirán en padres por partida doble: "Sus altezas serenísimas el Príncipe y la Princesa de Mónaco están felices de confirmar la llegada de gemelos en su hogar para finales de año".
Pero volviendo al evento de ayer, cabe señalar que la Princesa se decantó por un look natural y sin adornos, a excepción de unos pendientes de brillantes. Charlene siguió así la estela de la princesa Grace eclipsó sin necesidad de aderezos a toda la constelación de estrellas que brilló en el Hotel Beverly Wilshire de Los Ángeles donde tuvo lugar la velada para premiar a los aspirantes a artistas a alcanzar sus metas profesionales en los ámbitos del teatro, la danza y el cine.
Los jóvenes tuvieron el respaldo de los ya consagrados como como la terna de actrices Tippi Hedren, musa de Hitchcock junto a Grace Kelly y madre de Melanie Griffith; la oscarizada Geena Davis, que no se pierde una causa solidaria y por supuesto tampoco faltó anoche con un cuerpo de tirantes negro y falda de vuelo tornasolada en beis, y Eva Longoria, mujer desesperada esperanzada con la ilusión de su nuevo amor, Pepe Bastón, impresionante con un vestido art decó de color nude con cuerpo corsé y falda de gasa superpuesta con adornos de encaje con forma ala.
Completaron el ramillete de bellezas y de modelazos, las actrices Odeya Rush, conocida por su papel protagonista en la película The Giver y ganadora de un Teen Choice Award 2014 en la categoría de estrella emergente, y Zendaya, conocida por su papel Rocky Blue en la serie de Disney Channel Shake It Up.
No faltaron tampoco leyendas de la pequeña y gran pantalla como Dick Van Dyke , recordado por sus actuaciones estelares en las películas Mary Poppins y Chitty Chitty Bang Bang, y George Hamilton, apuesto malvado en Dinastía, abogado de Michael Corleone en El Padrino III, Drácula simpático en Amor al primer mordisco; ni primeros bailarines como David Hallberg; ni por supuesto premios para la mejor representación del mundo artístico.
La alegría de ser mamá será múltiple en el caso de Charlene de Mónaco. La Princesa, que ya se encuentra en el tercer trimestre de su embarazo, espera gemelos. Como en su día, Mary de Dinamarca, que después de sus dos hijos mayores, los príncipes Christian e Isabella, tuvo a los mellizos Vincent y Josephine.
No habían sido demasiadas las ocasiones en las que la princesa Charlene se dejó ver en los primeros cinco meses desde que Palacio comunicara oficialmente allá por mayo la buena nueva, pero no faltó a las ineludibles y muy significativas citas sociales del calendario monegasco. Probablemente el volumen de compromisos de la Princesa se viera algo reducido debido a las molestias típicas de su estado, como ahora está siendo el caso de la Duquesa de Cambridge que se ha visto obligada a hacer reposo y suspender temporalmente –desde el pasado mes de agosto hasta dentro de unos días- su agenda oficial.
De todas formas las contadas apariciones de Charlene de Mónaco no podían ilustrar mejor la dulce espera de la Princesa y en este tiempo hemos sido testigos de la evolución de su cada vez más abultado perfil, de sus primeros gestos premamá y por supuesto de la felicidad que la embarga.
Tras el comunicado de su próxima maternidad compartió su alegría con toda la familia Grimaldi en la inauguración del nuevo Club Náutico de Mónaco; la princesa premamá se convirtió meses después en la reina del baile en la gala de la Cruz Roja; disimuló su tripita de embarazada con amplios vestidos en actos posteriores, como el tradicional picnic monegasco, y en el primer viaje internacional de la Princesa junto a su marido, el príncipe Alberto, desde el anuncio de su embarazo con motivo de la 69ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y los actos que la acompañan, por fin lució embarazo y derrochó instinto maternal. A la vista queda que la dulce espera es más dulce en Charlene de Mónaco.