Las nevadas montañas de Gstaad en Suiza serán hoy testigos privilegiados de la primera gran boda del año, la de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. La pareja contraerán matrimonio en el antiguo convento de Rougemont, el único de la comarca. Una joya del arte románico (siglo XI) construida por los monjes de Cluny. La ceremonia, prevista para las siete de la tarde, se celebrará en la capilla dedicada a San Nicolás de Myra. Andrea llegará a la iglesia del brazo de su madre, la princesa Carolina, mientras que Tatiana lo hará del brazo de su hermano Julio Mario.
Este no será el primer 'sí, quiero’ de la pareja aunque no por ello será menos especial. Era el pasado 31 de agosto cuando el hijo de Carolina de Mónaco y su por aquel entonces prometida, abandonaban la soltería para convertirse en matrimonio en una ceremonia civil celebrada en la más estricta intimidad de palacio de Mónaco, concretamente en el salón del Trono.
De esta boda, los novios difundirían varias fotografías oficiales en la impresionante escalinata de mármol de Carrara. Tras el enlace, los recién casados y sus invitados se ofreció un almuerzo en los jardines que rodean la piscina del palacio, para finalmente concluir las fiestas nupciales en el Sporting de Mónaco. Y en ese momento se rumoreaba con la posibilidad de que la pareja se casara por la iglesia en la conocida estación suiza… y así será.
Lejos del justiciero sol de agosto que reinaba en Mónaco aquel día 31, el frío y la nieve serán hoy los protagonistas invitados a esta ceremonia, y los encargados de hacer que la vestimenta de los novios y sus 300 invitados sea muy diferente. En el primer enlace Tatiana Santo Domingo lució dos vestidos de novia, un modelo de la firma Missoni, con escote en uve, con manga hasta el codo y compuesto por dos piezas, y otro muy similar, para su cita nocturna. Su tercer vestido de novia lo lucirá hoy mismo y será un diseño de la casa Valentino.
Andrea y Tatiana han pasado muchos días en Gtaad planeando cada uno de los detalles de su enlace religioso, un lugar que tanto al novio como a la novia les traer muchísimos recuerdos. Él junto a su madre, quien ya visitaba Gstaad con sus padres cuando era tan solo una niña, ha pasado largar temporadas esquiando en sus impresionantes vistas, y ella conoce muy bien Ginebra y sus alrededores, pues allí estudió durante quince años, concretamente en el Instituto Le Rosey, una escuela privada de gran prestigio.
La iglesia por deseo de Tatiana se iluminará con cientos de velas y la decoración floral ha sido realizada con rosas blancas y enormes árboles del mismo color, que ayer mismo fueron colocados con mucho mimo por los operarios contratados para la ocasión. Además a las puertas del antiguo convento ya se puede ver un enorme cartel en el que se lee: “Aparcamiento reservado por boda de 11:00 a 21:00 horas”.
Será un enlace algo atípico, no solo porque se produzca cinco meses después de su primera boda, sino por realizarse fuera de Mónaco, no haber representantes reales e incluso realizar la noche previa una espectacular 'fondue party' en el refugio alpino de El Eggli, desde el que se aventuraron a bajar esquiando. Además de esto, la pareja ha elegido para las celebraciones, los lugares que suelen frecuentar cada vez que se realizan una escapada a las montañas, como el mencionado refugio, donde más de una vez Andrea y Tatiana habrán degustado un merecido almuerzo o el hotel Palace, donde han pernoctado en alguna ocasión y donde tendrá lugar el banquete de bodas.
A pesar de que por sus venas no corre sangre azul, Tatiana Santo Domingo era y es la elección perfecta para Andrea Casiraghi no solo por ser cosmopolita y discreta, sino también porque ha sido educada en los mejores colegios, además de pertenecer al clan de los Santo Domingo, una poderosa familia colombiana que siempre ha sabido moverse con soltura en los círculos aristocráticos. Andrea, por su parte aunque no tiene título real es actualmente segundo en la línea sucesoria, ya que según fuentes cercanas a Palacio la princesa Carolina cedió sus derechos sucesorios a favor de su hijo mayor por su mayoría de edad cuando el príncipe Raniero cambió la Constitución en materia de sucesión.
Entre los invitados a la ceremonia religiosa, cuyas celebraciones concluirán el domingo a las dos de la tarde, con un brunch y lluvia de confeti en el Palace, destacará, entre otros muchos invitados, la presencia de Margherita y Angela Missoni, Bianca Brandolini, Eugenie Niarchos, los príncipes Pierre y Silvia d’Arenberg, Nicolás y Tatiana de Grecia, los diseñadores Valentino y Karl Lagerfeld y la actriz española, Macarena Gómez, quien lucirá un vestido de pedrería de Lorenzo Caprile con un bolero en zorro rojo de Miguel Palacio, y quien irá acompañada por marido, Aldo Comas, amigo íntimo de Andrea Casiraghi