Mónaco se encuentra al rojo vivo con los preparativos del Gran Premio de Fórmula 1 en pleno rodaje. Y, como parte de los actos previos a la competición del próximo fin de semana, se celebró ayer para caldear aún más el ambiente todo un clásico en el estadio monegasco Luis II: un partido de fútbol solidario. El encuentro, cuyos beneficios se destinarán por primera vez a la fundación Princesa Charlene MC, volvió a enfrentar un año más al equipo de los pilotos de Fórmula 1, con Fernando Alonso, Giancarlo Fisichella y Felipe Massa en el once inicial, al de Star Team for the Children (Estrellas para los niños), capitaneado en esta ocasión por el piloto de motociclismo Max Biaggi y no por el príncipe Alberto como es tradición, ya que se encuentra de visita en Córcega junto a la princesa Charlene.
Ningún Grimaldi ocupó su lugar en el terreno de juego, pero no faltaron a la tradicional cita deportiva como espectadores ni Andrea ni Carlota Casiraghi, que no suele frecuentar el estadio de fútbol en sus apariciones públicas y se convirtió en la verdadera estrella del campo. La hija mayor de Carolina de Mónaco, que dio el saque de honor del partido ante la divertida mirada de su hermano Andrea y de los árbitros con un chute que fue directo al corazón de toda la afición, marcó goles de belleza y estilo con el look elegido para la ocasión: chaqueta azul marino de corte masculino, blusa beis de seda con jaretas, vaqueros ajustados y sandalias de color natural con plataforma. Y, una vez inaugurado el juego, los hermanos Casiraghi corrieron al palco real a ver el partido.
Aunque fue un encuentro muy disputado y ambos equipos fueron rivales duros de batir, no hubo vencidos y sí muchos niños ganadores. Tanto las estrellas como los automovilistas de Fórmula 1 se sintieron campeones con sendos trofeos recibidos en el palco real de manos de los hermanos Casiraghi. No obstante, los corredores, exultantes ayer, seguro que no se mostrarán tan abiertos a la hora de compartir galardón cuando dentro de unos días se dispute el Gran Premio de Automovilismo de Mónaco, considerado la prueba más glamourosa del Mundial. Otra ocasión para volver a disfrutar de la emoción, el espectáculo... y la arrebatadora presencia de Carlota Casiraghi.