La baja de paternidad de Andrea Casiraghi ha concluido. Después de haber disfrutado del primer mes de su hijo Sacha paseando en familia por Hyde Park y por las calles de la capital británica; llevando al recién nacido al hospital Portland de Londres a las revisiones rutinarias de los primeros días de vida para comprobar que todo va bien, y compartiendo con la mamá y su futura mujer, Tatiana Santo Domingo, las tareas del cuidado del bebé como biberones y cambios de pañales, el hijo de la princesa Carolina ha reaparecido en público sonriente en el Masters 1000 Rolex de Montecarlo.
Con traje gris, camisa de rayas azules, corbata granate, gafas de sol y pelo al uno, pero sobre todo con semblante de plena felicidad, el recién estrenado papá se daba cita en el torneo de tenis del Principado, al que también acudía su tío, Alberto de Mónaco. Andrea Casiraghi, segundo en la línea de sucesión al trono a falta de descendencia legítima del soberano monegasco, ha dejado a su pequeño al cuidado de su madre en Londres y ha regresado a Mónaco para asistir a las clasificaciones de cuartos de final en las que Nadal ha batido al alemán Philipp Kohlschreiber sin problemas. Dos partidos y dos triunfos del balear que han logrado el aplauso real.