Al pensar en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo inevitablemente evocamos la imagen de Estefanía de Mónaco. La menor de los hermanos Grimaldi adora el certamen de mayor tradición del Principado y asiste religiosamente a todos los espectáculos. Y desde hace varios años, lo hace acompañada por sus dos hijas, Paulina Ducruet y Camila Gottlieb, habituales ausentes de las citas de palacio, pero incondicionales de las circenses.
Pero en esta ocasión, lo más relevante es que también ha estado acompañada por su hijo Louis Ducruet. Es la primera vez que la princesa Estefanía acude al Festival Internacional de Circo de Montecarlo del brazo de sus tres hijos, de ahí la cara de felicidad que lucía a su llegada al recinto. Louis, muy elegante con un traje de chaqueta y bufanda al cuello, disfrutó al máximo de los espectáculos que durante todo el fin de semana han tenido lugar en la carpa del Festival. Además, quedó patente la complicidad que mantiene con su madre y sus dos hermanas. La última vez que vimos al primogénito de la princesa en un acto oficial del Principado fue el pasado mes de octubre en la entrega de los premios Golden Foot.
Estefanía de Mónaco ha declarado que se siente parte de la gran familia circense y que tiene hermosos recuerdos de infancia de los espectáculos a los que asistía, en los que se sentía como transportada a otro mundo. Parece que sus tres hijos han heredado su pasión por el circo, a juzgar por la sonrisa con la que han posado junto a los artistas y la fuerza con la que aplaudían al término de cada número.
Al igual que en la inauguración de la 37ª edición del festival de circo de Montecarlo, Paulina volvió a acaparar todas las miradas en la segunda jornada. Heredera de la belleza de las damas Grimaldi, Paulina deslumbró con un 'look' en dos tonos: minifalda y chaqueta negra; camiseta y botines morados.