Adora este certamen y no falta nunca a sus montajes. El Festival Internacional de Circo de Montecarlo ha abierto ya sus puertas en el Principado y Estefanía de Mónaco ha vuelto a sentarse en el patio de butacas. Desde hace unos años, la Princesa ha logrado que sus hijas se dejaran conquistar por la magia de los payasos, los malabares y los trapecistas así que la han acompañado en algunas ocasiones. Este año, cuando se cumple la 37ª edición de este espectáculo, se ha sentado junto a ella su hija mayor Paulina Ducruet, que acaparó con su estilo todas las miradas y cuya sonrisa de satisfación era la mejor muestra de lo mucho que le gusta la cita.
Fie heredera de la belleza y el gusto de los Grimaldi, Paulina optó por un mono negro, con escote corazón y cinturón en tonos dorados, y una chaqueta también negra que resaltaba su tipo. La adolescente, de casi 17 años, lleva en los genes la belleza de su madre y su tía y, junto con su prima Carlota, representa la nueva generación de damas de la familia. Le encanta el color negro, al menos así lo ha demostrado en varias ocasiones apostando por él en diversos eventos, aunque en su día a día prefiere los vaqueros y las camisetas básicas. En cada una de sus elecciones, acierta.
Junto a ellas se sentaron el príncipe Alberto y su mujer Charlene, que también aplaudieron los números de los profesionales que saltaron a la pista. Al final del espectáculo ella fue la destinataria de un original ramo de flores de trapo, entregado por los ocurrentes payasos. Este festival se extenderá del 17 al 27 de enero y por él desfilarán los profesionales del sector más reconocidos que, al final de la semana, recibirán los premios que se otorgan.