Una manera de volver a mostrarle su apoyo a su gran amigo Karl Lagerfeld era arroparle esta semana en el lanzamiento de una nueva boutique de joyería de Chanel cuando tenía otras cosas menos agradables en mente. La princesa Carolina, tan elegante como siempre con un conjunto de la temporada de Primavera-Verano 2012 de la firma francesa, probablemente estaría preocupada por los problemas legales de su hijo Pierre Casiraghi, que ha presentado una demanda civil contra el club donde recibió una paliza el pasado mes de febrero, y, sin embargo, volvió a acompañarle.
Pierre, que acabó con algunos cortes en la cara en aquella pelea, ha acusado al empresario Adam Hock, de 47 años, de atacarle a él y a sus amigos, Stavros Niarchos III -exnovio de Paris Hilton-, de 26 años; Vladimir Restoin Roitfeld, 27 años, y Diego Marroquin, de 33, después de unirse a una mesa del club Double Seven de Nueva York. La pelea aparentemente estalló por una botella de vodka que Hock estaba compartiendo con Natasha Poly, Valentina Zalyaeva y Anja Rubik. En su demanda, Pierre asegura que el empresario estaba muy borracho y agresivo y sostiene que el club no debía haberle servido alcohol.