Hacía más de un mes que no veíamos a la hija de la princesa Carolina de Mónaco, pero Carlota Casiraghi ha 'vuelto' pisando fuerte. De hecho, no podría haber deslumbrado más en su reaparición en un acto público. Radiante, sin dejar de sonreír y desprendiendo ese encanto único que caracteriza a las damas Grimaldi, acudió como invitada de lujo al Cartier International Dubai Polo Challenge, que por primera vez ha ganado el equipo de la prestigiosa firma de joyas y relojes.
Cada año, este torneo exclusivo reúne a la élite del polo junto a royals, celebridades y otras personalidades de la alta sociedad del país que disfrutan de su pasión por los caballos y el espectáculo que ofrece este deporte. El evento cuenta con el patrocinio de la princesa Haya de Jordania, hermana del rey Abdalá, que dio a luz a su segundo hijo, Zayed, a principios del mes de enero, y todavía está recuperándose, por lo que fue su marido, el emir de Dubai, Mohammed Bin Rashed Al Maktoum el encargado de presidir el torneo en su lugar.
Carlota llegó al hotel Desert Palm, donde se celebró la competición, acompañada de Bernard Formas, director ejecutivo de Cartier, y causó sensación con su primaveral look. La hija de Carolina de Mónaco combinó una blusa de color coral y falda entallada a juego, con unas sandalias con cuña de esparto y bolso negro. Eso sí, fiel a su estilo, y debido al carácter informal del evento, no se decantó por un elaborado recogido sino por una sencilla coleta que resaltaba aún más sus bellos rasgos. De sobra es conocida por todos la devoción que siente por los caballos y, antes de entregar el trofeo a los flamantes ganadores, Carlota no pudo evitar acercarse a un precioso equino y dedicarle sus más tiernas caricias.