Alberto y Charlene de Mónaco, ternura y complicidad en su última aparición pública

Los príncipes asistieron a un evento solidario y se mostraron muy cariñosos con un grupo de niños que se encontraban allí

por hola.com

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Relajados, sonrientes y más familiares que nunca. Así hemos podido ver a los príncipes Alberto y Charlene en la presentación solidaria organizada por el Colectivo humanitario de Mónaco (Mónaco Collectif Humanitaire) en Montecarlo. Durante el evento, la pareja estuvo muy compenetrada y muy cariñosa con los niños que se encontraban presentes. De hecho, los príncipes se mostraron encantados de posar junto a los pequeños para unas fotos cuando los organizadores se lo pidieron y aprovecharon la oportunidad para conversar y bromear con ellos. Charlene no pudo contenerse y alzó a una de las niñas en brazos haciendo gala de un instinto muy maternal y regalándonos uno de sus momentos más tiernos desde que es princesa.

No es un secreto que la nueva primera dama de Mónaco quiere convertirse en madre y dar un heredero al soberano monegasco, y  así lo declaró días antes de su boda: “Me gustaría tener hijos pronto, no quiero esperar mucho tiempo para formar mi propia familia”.


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A pesar de unas recientes declaraciones de la sudafricana en las que confesaba que iba a necesitar tiempo para acostumbrarse a su nueva vida, Charlene ha cumplido con cada uno de sus compromisos oficiales y cada vez parece más cómoda en su papel de princesa de Mónaco. Para la ocasión, la ex nadadora olímpica eligió un vestido de corte sencillo de color negro que resaltaba su atlética y estilizada figura y un recogido bajo con el flequillo retirado de la cara que dejaba entrever un maquillaje muy natural. Por su parte, Alberto eligió un 'look' muy en sintonía con el de su mujer: un traje de chaqueta negro una corbata de color gris azulado.

A su llegada, los príncipes fueron obsequiados con un bonito ramo de flores blancas que Charlene sostuvo con gratitud antes de comenzar el evento en el que Alberto pronunció un discurso ante la atenta mirada de Charlene y el resto de asistentes. Tras su intervención, el soberano monegasco regresó a su silla y pudimos verle compartiendo confidencias con su mujer, más sonriente y relajada que en sus primeras apariciones públicas. A la vista de las imágenes es evidente que la sudafricana está disfrutando de su vida conyugal y que su 'desahogada' agenda le está ayudando a adaptarse, poco a poco, a su nueva vida.