“Me gustaría tener hijos pronto, no quiero esperar mucho tiempo para formar mi propia familia”. Así de sincera se mostraba Charlene días antes de dar el 'sí, quiero' a Alberto de Mónaco cuando en una entrevista le preguntaron sobre su intención de convertirse en madre. Hasta ahora sólo habíamos podido ver a la nueva princesa de Mónaco acompañando al soberano monegasco en numerosos actos oficiales, sin embargo, este fin de semana Charlene nos ha regalado su faceta más tierna y emotiva, algo que ya pudimos ver cuando no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar en la capilla de Santa Devota después de la ceremonia religiosa que tuvo lugar en el palacio principesco el pasado fin de semana.
Con un 'look' muy natural, sin apenas maquillaje y un sencillo recogido, la esposa del príncipe Alberto se dejó llevar por su instinto maternal y disfrutó de la compañía de los niños de la escuela Cotlands, una asociación sin ánimo de lucro que se encarga de acoger a niños de 0 a 12 años que han sido abandonados o que sufren alguna enfermedad mortal y que forma parte de la fundación contra el Sida "The Giving Organisation", presidida por el arzobispo y premio Nobel Desmond Tutu.
Emocionada por las sonrisas de estos pequeños que gracias a la ayuda del centro educativo, han podido salir adelante, Charlene, que al llegar quiso ponerse una camiseta de la organización, se sentó a su lado y les ayudó a colorear algunos dibujos. Muchos de los niños no podían creerse que estuvieran junto a ella y es que por una vez la princesa de sus cuentos se había vuelto de carne y hueso.
Tras los inolvidables momentos que vivió con los niños de Cotlands, su Alteza Serenísima mantuvo una reunión con el arzobispo Desmond Dutu, conocido a nivel internacional durante la década de los 80 debido a su oposición al apartheid. "Las organizaciones no lucrativas han sido duramente golpeadas por la crisis económica global que ha dejado una crisis financiera que afecta a cientos de miles de personas necesitadas en Sudáfrica", dijo Charlene según recoge la página web de la organización. La esposa de Alberto de Mónaco anunció además que comenzará a colaborar de forma activa con la fundación de Dutu para luchar contra el Sida, asegurar que los niños sudafricanos tengan acceso a una educación digna y preservar los recursos naturales de algunas regiones del país. Sin duda, Charlene ha iniciado su nuevo papel como princesa de Mónaco por todo lo alto, en su país natal y ayudando a la gente que más lo necesita.