Debido al reciente fallecimiento de la princesa Antoinette, hermana mayor de Rainiero de Mónaco, el príncipe Alberto, su prometida Charlene Wittstock y sus hermanas Carolina y Estefanía de Mónaco decidieron no asistir al tradicional Baile de la Rosa que se celebró anoche en el Sporting Club de Montecarlo.
En su lugar, los tres hijos mayores de la princesa Carolina, Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi, fueron los anfitriones de esta ‘glamourosa’ velada benéfica que reúne cada año, desde 1964 por expreso deseo de la princesa Grace de Mónaco, a numerosos miembros de la alta sociedad monegasca.
En esta ocasión, el Baile de la Rosa estaba dedicado a la discográfica estadounidense Motown, creada en la década de los 60 y que jugó un papel muy importante para la difusión de la música negra. El Sporting Club se decoró con imágenes de Detroit, lugar en el que nació Motown, y los asistentes bailaron al ritmo de las canciones más importantes de este género musical.
Carlota Casiraghi hizo su entrada al Sporting Club junto a sus hermanos, Andrea y Pierre. Llevaba un precioso vestido negro de la firma Lanvin y demostró una vez más que es una digna heredera del ideal de belleza y elegancia que hicieron célebres a su madre y a su abuela. Una vez en el interior, los tres hijos de Carolina de Mónaco subieron al escenario y Andrea leyó el discurso de inauguración del Baile de la Rosa.
Pese a la ausencia del príncipe Alberto, su prometida Charlene Wittstock y sus hermanas Carolina y Estefanía de Mónaco, Andrea, Carlota y Pierre Casiraghi fueron unos perfectos anfitriones poniendo de relieve su gran capacidad para representar con soltura los compromisos oficiales de la Casa Real monegasca.
En este día tan importante contaron con el apoyo de sus respectivas parejas. Tatiana Santo Domingo, novia de Andrea Casiraghi, compartió mesa con el novio de Carlota, Alex Dellal, y la bella Beatrice Borromeo disfrutó al máximo de su tercer Baile de la Rosa como pareja de Pierre.
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