Charlene Wittstock y su despliegue de elegancia durante el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1
Si en sus últimas apariciones ha recordado con su estilo a la inolvidable Grace Kelly, este fin de semana, Charlene Wittstock ha dejado patente que al igual que ella, tiene la elegancia de una princesa y de toda una diva de Hollywood. Este fin de semana, la novia de Alberto de Mónaco ha dado una clase de estilo en todas sus apariciones y no ha podido evitar convertirse en el centro de atención y avivar los rumores de que su compromiso con el Príncipe está cada día más cerca.
Su ajetreado fin de semana comenzó con una gala solidaria previa al Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, donde algunos pilotos, como Lewis Hamilton o Nico Rosberg, y otros rostros conocidos ejercieron de modelos por un día. A la gala también asistió una modelo de verdad, Elisabeth Hurley, que fue acompañada por su marido, Arun Nayar, y posó junto a la ex nadadora sudafricana, quien llevó para la ocasión un ajustado vestido negro adornado con pequeñas lentejuelas y unas altísimas sandalias de tacón de aguja.
Al día siguiente, Charlene volvió a ser el centro de todas las miradas en otra gala benéfica, la organizada por Lancia para obtener beneficios para el día Nelson Mandela, que se celebrará en Madrid el próximo 18 de julio y está organizado por la ONU para reivindicar igualdad de derechos. A este evento, asistió junto al príncipe Alberto y apostó por un vestido azul eléctrico con escote asimétrico.
Durante el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, pudimos verla en el palco junto al resto de la Familia Real, con un traje de chaqueta gris, el pelo suelto y un maquillaje muy natural. Estuvo comentando la carrera con los hijos de Carolina de Mónaco y con el príncipe Alberto, y después estuvo en la entrega de premios.
Para poner el broche de oro a este fin de semana en el que Mónaco ha estado en el punto de mira de medio mundo por esta mítica carrera, Charlene deslumbró con un vestido color coral con escote palabra de honor y corte de sirena, en la cena de gala que se organizó en el club deportivo de Montecarlo y en la que ella y Alberto II ejercieron de anfitriones.