El Baile de la Rosa ha vuelto a reunir a buena parte de la Familia Real monegasca y a numerosas personalidades de la jet set internacional en el Sporting Club de Montecarlo. Este año estaba inspirado en la belleza de la cultura marroquí, por lo que vivos colores y vistosos motivos ornamentales pusieron el toque de fantasía a una velada propia de las Mil y una noches. El baile estuvo presidido por la princesa Carolina y el príncipe Alberto, que asistió en compañía de su novia, Charlene Wittstock.
A su llegada al Sporting Club, los Grimaldi se fotografiaron, de lo más sonrientes, con el Ministro de Cultura francés, Frederic Mitterand, y con la princesa Lalla Joumala Alaoui de Marruecos, que lucía una elegante túnica de inspiración árabe. Por su parte, Carolina de Mónaco escogió un vestido negro con agremanes de colores en el escote e hizo un guiño al país norteafricano gracias a su bolso, inspirado en el fez, gorro típicamente marroquí. También la novia del príncipe Alberto dio una lección de elegancia con un modelo de escote asimétrico en color nude y con aplicaciones en color turquesa, a tono con su cartera de mano.
Tampoco faltaron a la cita los hijos de la princesa Carolina. Andrea Casiraghi asistió junto a su novia, Tatiana Santodomingo. Lo mismo hizo su hermano, Pierre, con Beatrice Borromeo. Carlota acudió con su novio, Alex Dellal. Una vez más, la joven destacó por su belleza y el acierto en la elección de un deslumbrante vestido en rosa palo, de original escote, y que combinó con una cartera decorada con cristales de Swarovski.
Una de las grandes sorpresas de la noche fue la presencia de Borja Thyssen y su esposa, Blanca Cuesta. El hijo de Carmen Cervera estuvo en todo momento pendiente de su mujer, que se encuentra en su cuarto mes de embarazo y a quien ya se le comienza a notar la barriguita, a juzgar por las curvas que marcaba el diseño, en color azul eléctrico, que eligió para la ocasión.