Los Grimaldi son de esos royals que siempre llegan a la meta de la elegancia en las primeras posiciones. También anoche se subieron al podio en una cena de gala en el Club Deportivo de Montecarlo, con ocasión del Gran Premio de Fórmula 1. El príncipe Alberto, su novia, Charlene Wittstock, y sus sobrinos Carlota y Pierre Casiraghi pilotaron esta carrera de glamour en la que participó el líder del Mundial de F1, Jenson Button, con su novia, Jessica Michibata.
Con seis podios bajo sus pies; la copa del prestigioso Gran Premio de Mónaco en el corazón; su novia modelo, Jessica Michibata, del brazo, y la sonrisa del que se sabe campeón pegada al rostro, Jenson Button, que debe mucho a su nuevo coche Brawn de F1, celebró sus marcas en el Principado. No faltaron en el brindis de la velada las felicitaciones del soberano monegasco por los éxtios del piloto del momento.
Pero las damas habían sacado a los caballeros varias vueltas de protagonismo gracias a sus sensacionales puestas en escena. Carlota Casiraghi triunfó con un vestido largo frambuesa de corte imperio, con escote en V y falda plisada; Charlene Wittstock estuvo a la altura de su sobrina política con otro vestido largo -éste de color azul noche y con escote palabra de honor-, mientras la novia de Button lo hizo con un mini vestido malva ajustado, que resaltaba sus medidas de infarto.