Jazmín Grace Grimaldi: la otra hija de Alberto de Mónaco
Vive en una modesta casa de Desert Springs, a 250 kilómetros de Los Ángeles (California), y guarda un misterioso parecido con la Princesa Carolina de Mónaco.
Es hija de una antigua camarera- en la actualidad, agente inmobiliaria- y vino al mundo, según un rotativo británico, después de que su madre, Tamara Rotolo, recién separada de su esposo, David Shumaker, mantuviera, en 1991, durante sus vacaciones una relación de dos semanas con el príncipe Alberto, en Montecarlo.
Al parecer y, según el periódico The Mail on Sunday, el príncipe Alberto se encandiló de la joven camarera invitándola a salir a cenar, bailar, disfrutar de su yate -existen imágenes- y de sus apartamentos privados... Y, al parecer se encandiló tanto que llegó a pedirle que prolongara su estancia para quedarse más días junto a él. Una propuesta que no pudo aceptar porque, según allegados a Tamara "debía volver al trabajo ya que era hora de regresar a la realidad... Al mundo real, en Desert Springs".
Asimismo, y siempre según la información publicada por este rotativo británico, Alberto no sólo no se olvidó de ella sino que siguió en contacto telefónico -incluso después de descubrir que estaba embarazada- hasta que Raniero le pidió que rompiera la relación.
"Él sugirió que le llamáramos Grace"
Tamara afirma que comunicó a Alberto en agosto de 1991 que había decidido tener el niño, que éste se mostró encantado cuando los médicos le comunicaron que estaba esperando una niña y que él mismo sugirió llamarla Grace, como su madre...
De hecho, el Príncipe no sólo no negó que fuera su padre sino que, siempre en privado, prometió arreglar la situación para que la niña no tuviera que crecer como hija ilegítima, aunque no podía reconocerla públicamente mientras el príncipe Raniero estuviera vivo.
En noviembre de 1992, siete meses después de que naciera Jazmín, y viendo que el Príncipe no cumplía con el pago de "la módica pensión mensual" de Jazmín, Tamara decidió llevar el caso a los tribunales presentando al príncipe Alberto una demanda de paternidad.
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Es hija de una antigua camarera- en la actualidad, agente inmobiliaria- y vino al mundo, según un rotativo británico, después de que su madre, Tamara Rotolo, recién separada de su esposo, David Shumaker, mantuviera, en 1991, durante sus vacaciones una relación de dos semanas con el príncipe Alberto, en Montecarlo.
Al parecer y, según el periódico The Mail on Sunday, el príncipe Alberto se encandiló de la joven camarera invitándola a salir a cenar, bailar, disfrutar de su yate -existen imágenes- y de sus apartamentos privados... Y, al parecer se encandiló tanto que llegó a pedirle que prolongara su estancia para quedarse más días junto a él. Una propuesta que no pudo aceptar porque, según allegados a Tamara "debía volver al trabajo ya que era hora de regresar a la realidad... Al mundo real, en Desert Springs".
Asimismo, y siempre según la información publicada por este rotativo británico, Alberto no sólo no se olvidó de ella sino que siguió en contacto telefónico -incluso después de descubrir que estaba embarazada- hasta que Raniero le pidió que rompiera la relación.
"Él sugirió que le llamáramos Grace"
Tamara afirma que comunicó a Alberto en agosto de 1991 que había decidido tener el niño, que éste se mostró encantado cuando los médicos le comunicaron que estaba esperando una niña y que él mismo sugirió llamarla Grace, como su madre...
De hecho, el Príncipe no sólo no negó que fuera su padre sino que, siempre en privado, prometió arreglar la situación para que la niña no tuviera que crecer como hija ilegítima, aunque no podía reconocerla públicamente mientras el príncipe Raniero estuviera vivo.
En noviembre de 1992, siete meses después de que naciera Jazmín, y viendo que el Príncipe no cumplía con el pago de "la módica pensión mensual" de Jazmín, Tamara decidió llevar el caso a los tribunales presentando al príncipe Alberto una demanda de paternidad.