El castillo de Gmünden, de estilo barroco, cuenta con casi 5.000 hectáreas y es, fundamentalmente, una casa de verano. La propiedad, situada a tan sólo a 25 kilómetros de Grünau está muy cerca del río Traun, afluente del Danubio, e incluye una mansión para invitados y un complejo con piscina, campo de golf, cancha de tenis y sala de musculación entre otras infraestructuras.
"Los castillos cuestan dinero" Aunque Ernesto de Hannover vendió parte de la finca, así como el viejo castillo al Estado austríaco, no quiso renunciar a la mansión conocida como Villa Regina, situada al lado de la antiquísima fortaleza. Y es que, como a todos los propietarios de tierras, no importa dónde hayan nacido éstos, a Ernesto de Hannover, también le cuesta despojarse del patrimonio que perteneció a sus antepasados. Prueba de ello es que, aunque el Príncipe confesó a la revista Hola hace unos años que, "Los castillos cuestan dinero y ser propietario de uno es como tener un edificio de apartamentos enorme sin inquilinos", no se desprendió de Villa Regina -al igual que todas sus residencias austríacas ha sido edificadas respetando el entorno y la arquitectura rural de la zona-; y prueba de ello, también, es que sigue luchando ante el Tribunal Federal Administrativo para recuperar, en el Este de Alemania, los monasterios, castillos y terrenos que le fueron Confiscados por los rusos a su familia, en 1948.