Era su primer viaje oficial de representación, pero por sus miradas y por sus sonrisas más bien parecía una prolongación de su luna de miel. Los recién casados Félix y Claire de Luxemburgo se encuentran estos días en Japón para participar en el 100º aniversario de la Universidad de Sofía, en el que supone su primer compromiso oficial en el extranjero desde que contrajeran matrimonio a finales del pasado septiembre en una romántica Boda Real en la Provenza francesa.
El debut no era nimio. Los Príncipes habían viajado al país nipón en representación de los Grandes Duques y con el objeto de asistir a un acto institucional y a una misa, oficiada en la iglesia de San Ignacio, en los que se conmemorará el centenario de la fundación de la universidad jesuita de Sofía, situada en el mismo centro de Tokio, y en la que el actual arzobispo de Luxemburgo Jean Claude Hollerich trabajó largo tiempo como profesor y vice-rector.
No sólo ha sido trabajo en su viaje oficial a Japón, los Príncipes han tenido tiempo también para hacer turismo. El pasado sábado se les pudo ver visitando el Museo Nezu de la capital japonesa, famoso por sus espectaculares jardines y típicos estanques nipones, y tomando el té con el director del museo, Hiroko Nishida. La princesa Claire eligió para la ocasión un vestido y blazer negros acompañados de una gargantilla y unos mocasines azules. Tras el paseo por el museo los Príncipes se trasladaron a la embajada de su país en Tokio para tener un encuentro con los residentes luxemburgueses en tierras japonesas. Testigos de su profesionalidad, testigos de su amor.