Desde finales del siglo XVIII, era costumbre en Luxemburgo celebrar el aniversario del nacimiento del soberano y bajo el largo reinado de la gran duquesa Carlota, entre 1919 y 1964, esta celebración siempre tuvo lugar en pleno invierno, el 23 de enero, día de su cumpleaños. Sin embargo, a partir de 1961, y debido a razones climáticas, se decidió trasladar la fiesta nacional al 23 de junio. Así, un año más toda la Familia Ducal de Luxemburgo se ha reunido para celebrar este día tan especial acompañados por cientos de ciudadanos que han salido a las calles para sumarse a la fiesta.
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Por la mañana, los grandes duques, Enrique y María Teresa, presidieron la tradicional misa en la catedral de Luxemburgo, acompañados por cuatro de sus cinco hijos, ya que este año el gran ausente ha sido el príncipe Félix. El príncipe heredero, Guillermo, llegó acompañado por su hermana, la princesa Alejandra, titular desde 2009 de la Orden del León de Oro de la Casa de Nassau, la más alta distinción del gran ducado de Luxemburgo. La única hija de los grandes duques, que ya tiene 20 años, lució un look en tonos blancos y rosa pastel que combinó con un sencillo tocado a juego. Tampoco faltaron el príncipe Luis, que acudió acompañado por su esposa, la princesa Tessy, y el benjamín de la casa, Sebastián. La princesa apostó por el contraste de colores y lució un vestido blanco entallado y un original tocado azul claro.
Durante el día, y mientras los grandes duques inauguraban un parque ecológico plantando un árbol en la localidad de Niederanven, los jóvenes de la casa, Guillermo y Alejandra, recorrieron algunas calles de la localidad de Esch-sur-Alzette, donde los ciudadanos les recibieron con una espectacular ofrenda floral y no dejaron de acercarse a ellos para mostrarles su cariño incondicional.
Al atardecer, y como broche de oro a un día lleno de celebraciones en el Día Nacional de Luxemburgo, la familia volvió a reunirse para disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales en el puente Adolphe, un momento muy especial en el que la música de Daniel Baltasar fue el perfecto acompañamiento para una noche mágica. En esta ocasión, tanto el gran duque como sus hijos prescindieron del uniforme y se decantaron por elegantes trajes oscuros y corbata, al igual que la gran duquesa, su hija Alejandra y la princesa Tessy que apostaron por estilismos más cómodos aunque igualmente elegantes.
Además de la destacada ausencia del príncipe Félix, este año tampoco hemos podido disfrutar de los 'peques' de la casa, los hijos de los príncipes Luis y Tessy, Gabriel, que ya tiene cinco añitos, y Noah, que el próximo 21 de septiembre cumplirá cuatro, que sin duda se habrían convertido en los grandes protagonistas de las celebraciones.
Durante estos días, el gran duque Enrique de Luxemburgo ha sido noticia no sólo por la expectación que suscita cada año la Fiesta nacional, sino porque el pasado mes de septiembre modificó la ley de sucesión al trono, una decisión que no se ha hecho pública hasta esta semana. Hasta ahora, sólo podía heredar el título de gran duque los miembros masculinos, tanto solteros como casados con permiso, y sólo en el caso de que no hubiera, lo heredaría una mujer. Pero después de esta reforma que ha hecho Enrique, el sexo de los miembros de la familia real no influye en la línea la sucesión al trono del Gran Ducado de Luxemburgo.