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La Gran Duquesa de Luxemburgo, acompañada por su hijo el príncipe Guillermo, ha estado en Barcelona este fin de semana para presidir el Encuentro Internacional por la Paz, que reúne a quinientos representantes de diferentes religiones y que está organizado por la comunidad de San Egidio bajo el lema: “Convivir en un tiempo de crisis. Familia de pobres, familia de Dios”. La reunión de ayer, que dio comienzo a tres días de congreso, tuvo lugar en el Palacio de la Música de la Ciudad Condal y se centró en el conflicto árabe-israelí.
María Teresa de Luxemburgo habló de las veces que gracias a los encuentros organizados por esta comunidad han comenzado las negociaciones de paz en zonas de conflicto, como en Mozambique, Kosovo o Guatemala, y que en este momento urge poner fin a los enfrentamientos en Tierra Santa. Entre los asistentes, también estuvieron los presidentes de Chipre y Montenegro, el rabino jefe de Israel, el presidente de Cataluña, Jose Montilla y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.
La Comunidad de San Egidio es una especie de cuerpo diplomático informal, que trabaja muy de cerca con la Secretaría de Estado de la Santa Sede, que nació en 1968 cuando Andrea Riccardi reunió a un grupo de estudiantes de bachillerato en Roma para escuchar y poner en práctica el Evangelio.
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