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Ya este jueves, el tren en el que viajaba Isabel II llegaba a la estación de Norfolk. Ataviada con un abrigo color camel, un pañuelo en la cabeza y rodeada por algunos de los miembros de su seguridad, se ha dirigido hasta su residencia de Sandringham.

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Fiel a su cita, este jueves la monarca ha vuelto a dejarse ver a su llegada a la estación de King's Lynn, en Norfolk protagonizando así una icónica y entrañable imagen que ha conquistado a gran parte de los ciudadanos y se ha convertido, al igual que su trayecto en tren, en toda una tradición.

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Cada año por estas fechas, la reina Isabel II de Inglaterra hace las maletas y pone rumbo a Sandringham, la residencia que la Familia Real británica posee en Norfolk. La soberana es una mujer de tradiciones y siempre recorre en tren los 180 kilómetros que separan al Palacio de Buckingham, en Londres, de su destino estival. Es el momento en el que comienzan oficialmente las vacaciones navideñas. 

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