La Duquesa de Cambridge en todas sus versiones
Espontánea, solemne, natural, glamurosa… La Duquesa de Cambridge –de soltera Kate Middleton- desde su boda con Guillermo de Inglaterra, en el año 2011, ha demostrado ser muchas mujeres en una y dominar a la perfección cada versión de sí misma. Cada día toma más presencia dentro de la Familia Real y en numerosas ocasiones se convierte sin buscarlo en la protagonista absoluta de los actos a los que asiste. Son estas las cinco versiones de la mujer del segundo en la línea de sucesión al trono británico.
Desde que se coronó por primera vez con una pieza del cofre real de Isabel II, para dar el “sí, quiero” al príncipe Guillermo, sus apariciones con el aderezo por excelencia de las reinas y princesas había sido medido con cuentagotas. Sin embargo, en los últimos meses la Duquesa de Cambridge ha frecuentado el joyero real en varias ocasiones e, incluso, se ha estrenado en una cena de Estado. Fue el pasado 20 de octubre cuando vestida de rojo y diamantes se convirtió en la gran protagonista del banquete de que se ofreció en honor al Presidente de China y ofreció su versión "más princesa".
Los actos cargados de solemnidad ocupan buena parte de la agenda de la Duquesa de Cambridge. A base de colores oscuros, cortes clásicos pero con un estilo muy lady y una enorme facilidad para lucir todo tipo de sombreros y casquetes, la presencia de Kate no pasa inadvertida y sabe estar la altura de los impecables uniformes oficiales que luce Guillermo de Inglaterra. Muestra de ello son algunos de los servicios religiosos o desfiles militares en los que ha estado presente en el último año.
Ni la noche, ni las estrellas de Hollywood que la iluminan, han logrado eclipsar a la duquesa Kate cuando se propone asomarse al mundo con su versión más glamurosa. Los vestidos vaporosos de una de sus diseñadoras favoritas, Jenny Packham, se convierten entonces en sus mejores aliados. Así lo demostró el pasado 26 de octubre en el estreno mundial de la nueva película de James Bond, cuando ni Mónica Bellucci, ni Lea Seydoux, ni Rachel Weisz lograron coronarse como las “princesas” de la noche, ya que todos esperaban a la Duquesa, que se encargó de arrasar en la alfombra roja a su llegada como si de una estrella del Séptimo Arte se tratara.
Aunque debido a los actos oficiales que se agolpan en su agenda no es frecuente verla vestida de sport, cuando lo hace tampoco pasa desapercibida. El efecto que ha creado desde su llegada a la familia Windsor, con la capacidad de convertir en las “más buscadas” las prendas que selecciona para ella o para sus pequeños, se multiplica cuando se trata de piezas aptas para un día a día de lo más casual. Vaqueros pitillos, camisas y chaquetas de inspiración navy, mocasines, botas de caña alta y prendas atemporales de estilo british le acompañan en su versión más sport y cuando no espera que las cámaras capten sus pasos.
Y si hay una faceta en la que siempre se ha proyectado de forma brillante, es en la de convertirse en heredera de la esencia de la Diana de Gales. Desde antes de su matrimonio con Guillermo de Inglaterra, Kate ha sido comparada con la fallecida Princesa y parece buscar la manera de rendir sutiles y permanentes homenajes a su figura. Bien sea a través de un color, de un estampado o de una joya, el reflejo de la Princesa de Gales siempre ha acompañado a la Duquesa de Cambridge. La última vez cuando estrenó la que fuera su tiara favorita, la diadema Cambridge Lover´s Knot. ¿El resultado? Ella es la "royal" más elegante del año para los lectores de HOLA.com.