Primero los Middleton asistieron con la reina Isabel y su familia al tradicional servicio religioso de la mañana de Navidad. Ahora los padres de la Duquesa de Cambridge, Carole y Michael, así como sus dos hermanos, James y Pippa, han recibido una nueva invitación para unirse a una cacería real.
VER GALERÍA
Todos acompañaron al príncipe Guillermo a la jornada de caza del pasado sábado en la finca privada de Sandringham de la soberana. Se desconoce si otros royals senior participaron en el encuentro, aunque es poco probable que se aventuraran la reina Isabel y su esposo, el Duque de Edimburgo. Los habituales de esta cita son el príncipe Carlos, la princesa Ana y su hijo, Peter Phillips, así como el Conde y la Condesa de Wessex. Otra ausencia notable fue la de la Duquesa de Cambridge, que ya está de seis meses de embarazo. Se quedó en la nueva casa de campo de la pareja en Anmer Hall, a pocos kilómetros de distancia, al cuidado del príncipe George, antes de unirse al parecer al grupo para el té de la tarde en la casa principal.
Los Middleton han abrazado con entusiasmo en estos últimos años las aficiones reales, la caza, el tiro y la pesca, que se han convertido en tradicional excusa de reencuentro de las dos familias. En noviembre de 2010, apenas unas semanas antes de que se anunciara el compromiso de los hoy Duques de Cambridge, los Middleton fueron fotografiados practicando tiro en la finca escocesa de la Reina, Balmoral.
En esta ocasión el príncipe Guillermo y sus invitados eligieron deliberadamente una zona recóndita para no acabar en un descuido por senderos públicos. Después de una mañana agotadora, repusieron fuerzas con una comida de primera, cortesía de la reina Isabel, en una granja de madera de la finca de 20.000 hectáreas de Norfolk. Los tiradores llegaron allí en un carro acompañado de sus perros, posiblemente entre ellos estuviera el cocker spaniel de los Duques, Lupo, que ha recibido adiestramiento canino para caza.
VER GALERÍA
Los Middleton también fueron invitados por la reina Isabel al tradicional servicio religioso del día de Navidad, aunque decidieron conducir ellos mismos. Según lo revelado por la prensa inglesa, los suegros del príncipe Guillermo llegaron a Norfolk para lo que ha sido definido como una perfecta Navidad en familia. Los Duques de Cambridge se han convertido en anfitriones de todo el clan Middleton al que han enseñado enormemente ilusionados su nueva mansión de diez dormitorios, Anmer Hall, que se encuentra a pocos kilómetros de Sandringham House.
La casa, que cuenta con su propia piscina y cancha de tenis, fue un regalo de boda de la soberana inglesa y ha sido recientemente reformada para su uso. La Duquesa ha celebrado en su nuevo hogar el tipo de Navidad que disfrutaba siempre junto a toda la familia. Después de reunirse brevemente con la Familia Real inglesa en la casa principal tras el servicio religioso, los Duques de Cambridge almorzaron con los Middleton en Anmer Hall. Una clara ruptura con la tradición real.