Nuestra bloguera Ella Windsor y la niñera española del príncipe George se unen al tradicional almuerzo navideño de la reina Isabel II
Con puntualidad británica y tras ser citados por la reina Isabel II y su marido el duque de Edimburgo, las puertas del palacio de Buckingham se abrían ayer para recibir en el tradicional almuerzo navideño a todos los miembros de la familia con los que, por falta de espacio en Sandringham, la Soberana no comparte las fiestas navideñas. Al igual que el año pasado las miradas estaban puestas en el pequeño príncipe George, quien llegó perfectamente sentado en su sillita acompañado por sus padres, el príncipe Guillermo, al volante, la duquesa Catherine, de copiloto y por su niñera, la española María Teresa Turrión Borrallo, quien se encarga del cuidado del nieto de la reina Isabel II, desde mediados de este mismo año "para alegría de los duques", tal y como anunció palacio.
Palentina de nacimiento y siempre discreta y en un segundo plano, la “nanny” fue fotografiada a su llegada al almuerzo, aunque tan solo en un par de ocasiones pues al darse cuenta de las cámaras intentó ocultarse tras el asiento cediendo el protagonismo a los duques de Cambridge, quienes saludaron muy educadamente a los medios gráficos que les esperaban a las puertas de la residencia de la Reina.
Para esta cita tan navideña, Kate, quien está embarazada de cinco meses, eligió un adecuado vestido rojo cereza al que añadió unos brillantes pendientes en cascada. El príncipe Guillermo, por su parte, se decantó por el tradicional traje de chaqueta oscuro.
Quien tampoco faltó a este tradicional almuerzo prenavideño fue nuestra bloguera, Lady Ella Windsor, quien acudió acompañada por sus padres, los príncipes de Kent, primos de Isabel II. Lady Ella, que en su blog “Hablando de…”, nos da su visión de numerosos aspectos, entre ellos, de la vida social y cultural de Londres, donde reside, y de muchos otros lugares, eligió para este evento también un vestido rojo, aunque en esta ocasión de un tono más claro que el de Catherine y con unos pendientes a juego en color coral.
El príncipe Harry, quien a finales de verano ponía fin a su relación con Cressida Bonas, llegó en solitario aunque, como siempre, luciendo una gran sonrisa. Igualmente de alegre llegó Autumn Kelly, la mujer de Peter Phillips, hijo de princesa Ana, quien tampoco faltó a la llamada de Isabel II, así como su marido Timothy Laurence, quien fue el único miembro de la familia real en llegar a pie hasta el palacio.
Los condes de Wessex llegaron seguidos del coche en el que viajaba de la princesa Beatriz, quien parecía estar de muy buen humor luciendo una un peinado con ondas que se había realizado esa misma mañana en una céntrica peluquería de Londres. No faltó el príncipe Eduardo, el duque de Kent, el duque de Gloucester o la princesa Alexandra de Kent.
También hubo destacadas ausencias como la de la duquesa de Cornualles, mujer del príncipe de Gales, la de la nieta de Isabel II, Zara Phillips, su marido Mike Tindall y su hija Mia, nacida el pasado mes de febrero, y la de la princesa Eugenia, quien está actualmente estudiando en Nueva York.