Tan pronto como su cuerpo le ha dado un descanso, la Duquesa de Cambridge ha vuelto al trabajo y lo ha hecho de manera espectacular como reina de la elegancia premamá. La ansiada reaparición oficial de la Duquesa, que no ha sido vista en público desde el anuncio de su segundo embarazo debido a sus severas molestias por su estado, se ha producido esta misma mañana con motivo de la bienvenida oficial que su marido, el príncipe Guillermo, y ella han obsequiado en nombre de la Reina al Presidente de la República de Singapur, Tony Tan Keng Yam, y a su esposa, en el Hotel Royal Garden de Londres, como parte de su visita de Estado.
Radiante, saludable y elegante como nunca con un abrigo gris de la firma Alexander McQueen y con tocado a tono de Jane Taylor, la duquesa Catherine parecía completamente recuperada de su episodio de náuseas debilitantes que la llevaron a cancelar una serie de compromisos oficiales desde el pasado 8 de septiembre. Como era de esperar, los expertos reales del mundo entero se centraron en la Duquesa de Cambridge, que hacía su primera aparición pública desde agosto y robó todo el protagonismo al Presidente de la República de Singapur.
Aquellos que estaban deseando echar la primera mirada a la tripita de embarazada de la Duquesa no desviaron sus ojos del exquisito vestido buscando con afán las señales del nuevo embarazo. Para completar su look, la esposa del príncipe Guillermo recogió su larga melena morena en una coleta de caballo, en lugar del pelo suelto como nos tiene acostumbrados.
ESTILO PREMAMÁ CON AIRE... ¡MUY 'ROYAL'!
Los Duques recibieron al Presidente y a su esposa en el hotel Royal Garden, que está cerca de su residencia del Palacio de Kensington. La radiante sonrisa de la Duquesa de Cambridge no podía ocultar su alegría por la vuelta al trabajo. Cuando la Primera Dama de Singapur le comentó cuánto le agradaba que al final pudiera asistir a su encuentro, la Duquesa respondió: "Así soy yo. He estado esperando a salir, eso es seguro".
Los Duques se sentaron a tomar el té con sus invitados, con quienes charlaron distendidamente. El príncipe Guillermo bromeó acerca de la proximidad de su residencia al hotel: "Probablemente puedas ver la ventana del dormitorio, lo que es un poco preocupante. Yo no miraría muy de cerca". También la duquesa Catherine hizo reír al Presidente cuando mencionó la última vez que se vieron en Singapur en 2012. "Hace un poco más frío que en nuestro último encuentro", le dijo al señor Tan a lo que él respondió: "El tiempo es estupendo". Después del té, los Duques acompañaron en coche al mandatario y a su esposa para la bienvenida ceremonial, presidida por la Reina y el Duque de Edimburgo.
La vuelta de la Duquesa de Cambridge ha sido a lo grande. Primero porque asistir a este tipo de actos supone un gran honor para los miembros de la realeza y en particular para la Duquesa, que por primera vez se ha encargado junto a su marido del recibimiento en una visita de Estado a Reino Unido, de las dos que generalmente suele haber al año. Segundo porque después de esta bienvenida oficial presidirá la ceremonia de entrega de los permios Wildlife Photographer of the Year, como patrona del Museo de Historia Natural, donde se reunirá con los finalistas y verá la exposición de fotografías.
No obstante, los compromisos oficiales no han llegado lo suficientemente pronto para la Duquesa que ya estaba desesperada por retomar sus responsabilidades después de seis semanas de riguroso reposo. Desde que Clarence House comunicó oficialmente su segundo embarazo, a principios de septiembre, se ha visto obligada a cancelar todos los actos que tenía programados en su agenda porque, como ocurrió en su primer embarazo, sufre hiperémesis gravídica, una forma severa de náuseas matinales que consiste en vómitos continuados, que deterioran el estado general de la gestante y que van acompañados de una pérdida de peso progresiva. La semana pasada continuaba batallando aún con las dichosas molestias, si bien "su condición mejora constantemente" según el comunicado publicado ayer en la página web.
Se cree que la Duquesa está ahora de más de 12 semanas de embarazo después del anuncio de que se espera que el bebé nazca en abril, llevándose así veinte meses con su hermano mayor, el príncipe George, que cumplió el pasado mes de julio su primer año. Como manda la tradición en la Casa Real, no han informado del sexo del bebé, que se dará a conocer el mismo día de su nacimiento junto con su nombre, pero el príncipe Harry ya ha expresado su deseo de que sea una niña: “Con suerte será una niña y mi hermano lo pasará aún peor que con George”, decía bromeando. Por su parte, el príncipe Guillermo tan sólo aseguraba hace unas semanas que están muy felices con la espera de su segundo bebé y que su mujer ya se encontraba mejor. A la vista está.