El fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, quien fuera marido de la difunta princesa Margarita de Inglaterra y por tanto cuñado de la reina Isabel II, expuso en 2014 en la National Portrait Gallery de Londres bajo el título Snowdon: una vida a la vista. Se trata de una selección de instantáneas de personalidades británicas de la segunda mitad del siglo XX, así como algunos retratos íntimos de diferentes miembros de la Familia Real.
El conde de Snowdon, título que recibió al casarse con la Princesa en 1960, regaló 130 fotografías al museo, entre ellas algunas de su ex familia Windsor, y otras de personajes tan variopintos e importantes como el cantante David Bowie, el actor Terence Stamp, el escritor Graham Green o el músico Yehudi Menuhin.
Desde la dirección de la galería, Sandy Nairne, dio las gracias a Armstrong-Jones por la “mayor donación” recibida hasta la fecha y manifestó que en la exposición se podían ver “retratos maravillosos de las personas más creativas y cautivadoras que hicieron una contribución al Reino Unido en la segunda mitad del siglo XX“.
Una de las fotografías más comentadas es la de la actriz Maggie Smith, protagonista de la popular serie de televisión sobre la aristocracia inglesa Downtown Abbey, quien aparece con un cigarrillo y un guión en la mano, ensayando su papel para la obra teatral Hedda Gabler, dirigida por Ingmar Bergman en Londres en 1970. Pero sin duda las que más curiosidad despiertan entre los visitantes son las instantáneas en las que Snowdon inmortalizó a los miembros de la Familia Real, sobre todo las tomadas en la década de los 50, mucho antes de que él pudiera imaginar que años después entraría a formar parte de esa familia al casarse con la hermana menor de la reina Isabel.
Precisamente la soberana británica protagoniza muchas de esas fotografías. Algunos son retratos de la joven reina luciendo la espectacular tiara de Estado, una corona abierta, adornada por cuatro cruces patadas que fue realizada en 1820 por encargo del rey Jorge IV para su coronación y que está realizada con 1.333 diamantes y adornada con 180 perlas. Otras son estampas más familiares, en las que la Reina posa junto a sus hijos mayores y su esposo, el príncipe Felipe. Al ex cuñado de la reina se le ha alabado siempre ese toque informal del que dotó a las fotografías oficiales y familiares de los Windsor.
Armstrong-Jones estableció su primer estudio en 1952 tras trabajar de aprendiz con el fotógrafo de la alta sociedad inglesa conocido como Baron. Se hizo un nombre primero con la fotografía teatral, a la que le animó su tío Oliver Messel, diseñador de decorados y posteriormente se convirtió en fotógrafo oficial de la realeza. Siempre se le ha reconocido también que supo “animar” los reportajes de moda en la época de postguerra para la revista Vogue, revista para la que trabajó durante seis décadas. En los 60 se convirtió en el asesor artístico de la revista de The Sunday Times y en los 70 ya se había ganado la reputación de ser uno de los fotógrafos más respetados del país.
Pero el momento en que se dio a conocer al gran público y a nivel internacional fue en 1960 al comprometerse con la hermana de la Reina, la princesa Margarita. Se casaron en mayo de ese mismo año en la Abadía de Westminster y se instalaron en unos apartamentos privados del Palacio de Kensington. Como el fotógrafo no tenía título nobiliario alguno, fue creado conde de Snowdon y vizconde Linley. El matrimonio tuvo dos hijos: el mayor, David, es hoy el vizconde Linley y la segunda es lady Sarah Armstrong-Jones, hoy conocida como Sarah Chatto. La pareja se divorció en julio de 1978 tras varios años de desavenencias y desencuentros.
Después de su divorcio, Armstrong-Jones siguió fotografiando a la familia real y a las nuevas generaciones de la misma. Ha inmortalizado a una jovencísima lady Di e incluso a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, cuando aún eran unos niños. Más recientemente fue el encargado de realizar el retrato oficial de la reina Isabel con motivo de su 80º cumpleaños.