Los treinta no podían dar más alegrías al príncipe Harry. Después de su éxito en los Juegos Invictus, el Príncipe celebró ayer por la noche su 30º cumpleaños con una tardía pero muy especial fiesta de cumpleaños en Clarence House. El joven Windsor obtuvo el permiso del príncipe Carlos para organizar la celebración en la residencia familiar, mientras el propio Príncipe de Gales y su esposa, la Duquesa de Cornualles, se encontraban de vacaciones de Escocia.
Justo antes de las 19:30 de la tarde, el príncipe Harry fue visto a su llegada a casa vistiendo un elegante traje. Poco después era, su hermano, el príncipe Guillermo, quien entraba en Clarence House, pero sin su embarazada esposa, la Duquesa de Cambridge, que se quedó en el palacio de Kensington recuperándose de sus fuertes molestias.
Ellie Goulding amenizó la noche con una íntima actuación acústica de su propio material y versiones de canciones. También sonó para hacer realidad "cualquier sueño de Harry" el tema Burn de la cantante, que no es sólo buena amiga del Príncipe, sino también de los Duques de Cambridge, para los que además cantó en su Boda Real.
El príncipe Harry y sus invitados bebieron cócteles y champán de Highgrove, cuyas ventas se donarán a la Fundación benéfica del Príncipe de Gales, y degustaron además los platos favoritos del protagonista de la noche: carne Wellington, pastel de pescado y Eton Mess, dulce popular del colegio Eton, donde estudiaron los príncipes Guillermo y Harry.
La exclusiva y secreta lista de invitados al cumpleaños del Príncipe incluía a su íntimo amigo Guy Pelly, dueño de una cadena de bares de la noche londinense, y a sus exnovias, Cressida Bonas y Raffaella Davy.
¿Reconciliación?
La supuesta asistencia de Cressida Bonas a la fiesta, así como su presencia en la clausura de los Juegos Invictus y una posterior cita al cine han dado mecha a los rumores de reconciliación entre el príncipe Harry y su ex, que estuvieron saliendo durante dos años hasta el pasado mes de abril.
Los jóvenes disfrutaron de una noche de película en una sala de Odeon en Kensington en la que se proyectaba la cinta Sex Tape, protagonizada por Cameron Díaz. Algunos espectadores que coincidieron con la pareja comentaron que se les veía muy contentos y a gusto juntos aunque, cuando se dieron cuenta de que habían sido vistos, decidieron salir por separado.
Todo parece indicar que han mantenido el contacto y que Cressida, que quería centrarse en su profesión de actriz, ha seguido frecuentando en estos cinco meses el mismo grupo de amigos en común con el Príncipe. La hemos visto, por ejemplo, en numerosas fiestas con las princesas Beatriz y Eugenia de York, y más recientemente charlando y riendo con Lizzy Wilson, casada con el gran amigo de los príncipes Guillermo y Harry, Guy Pelly. Si han retomado su relación, el tiempo lo dirá, aunque todo puede ser porque los treinta del Príncipe obran maravillas.