El redondo 30º cumpleaños del príncipe Harry es especial por la cifra y por sus circunstancias. Para empezar: el Príncipe será en su aniversario aproximadamente 12 millones de euros más rico. Y es que a Harry, cuarto en la línea de sucesión al trono británico, tras su padre, el Príncipe de Gales; tras su hermano, el Duque de Cambridge, y tras su sobrino, el príncipe George, le correspondía este próximo y señalado 15 de septiembre, al alcanzar la treintena, su parte de la herencia de su madre, la siempre recordada Diana de Gales.
En su testamento, la malograda Princesa, que perdió la vida en un fatídico accidente de tráfico en París en 1997, legó la totalidad de su fortuna a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, que entonces contaban 15 y 12 años respectivamente, pero los ejecutores testamentarios impusieron una cláusula estipulando que sus hijos no podrían tomar posesión de la misma antes de que cada uno de ellos cumpliese 30 años. Condición que en el caso del Duque de Cambridge se cumplió el 21 de junio de 2012 y que en el caso del príncipe Harry concluye precisamente ahora.
La herencia de la princesa Diana ascendía en el momento de su muerte a casi 16 millones de euros, pero gracias a las provechosas inversiones se han multiplicado a lo largo de estos 17 años hasta los 24 millones, que generan cerca de los 400.000 euros en ingresos por año y que se han repartido equitativamente entre ambos hermanos. Además de la importante suma económica, el legado de la Princesa incluye también joyas, vestidos y objetos personales, que hasta el momento se encuentran custodiados en el Palacio de Kensington.
El príncipe Harry aventaja ahora por una vez a su hermano mayor. Sus bienes personales proceden de las herencias de su madre y su bisabuela paterna y si bien ambos han recibido igual cantidad de la Princesa, alrededor de la docena de millones de euros, no fue así a la muerte de la Reina Madre. El príncipe Harry salió beneficiado en aquel reparto, ya que la bisabuela de los jóvenes consideró que el príncipe Guillermo tendría menos necesidad económica como futuro Rey que su hermano. El Duque de Cambridge es por tanto un poco menos rico que el príncipe Harry, que tiene un patrimonio cercano a los 18 millones de euros.
La ventaja económica del cuarto en la línea al trono británico cesará cuando el príncipe Carlos ascienda al trono. Llegado ese día los ingresos del Ducado de Cornualles, que el Príncipe de Gales ha disfrutado durante más de sesenta años como eterno Heredero al trono, pasarán automáticamente al príncipe Guillermo junto al título de Príncipe de Gales. Y es un pico: 25 millones de euros.
Con los treinta llega también la madurez. Harry de Inglaterra ha volatilizado en los últimos tiempos su imagen de joven rebelde y aficionado a las fiestas. Sus causas humanitarias y sus viajes oficiales han hecho de él todo un Príncipe. Desde su tour por las colonias inglesas del Caribe, Jamaica, Belice y Bahamas, con motivo del Jubileo de Diamante de la reina Isabel, se ha convertido en excepcional embajador de Reino Unido y ha desempeñado con éxito la diplomacia, sin renunciar a su sello: la espontaneidad. La boda de los Duques de Cambridge, la llegada de su sobrino, el príncipe George, y la feliz noticia de la nueva paternidad de su hermano han contribuido en el plano personal a este nuevo Harry.
Queda por conquistar definitivamente la estabilidad sentimental. Cuando todos daban por hecho que su historia de amor con Cressida Bonas acabaría en boda, rompieron. Fue el pasado mes de abril cuando pusieron punto final a su relación de dos años. Pero parece que el corazón del príncipe Harry ya tiene dueña de nuevo: una joven de 25 años llamada Camilla Thurlow que en su día fue coronada Miss Edimburgo y que trabaja como gerente de proyectos en The Halo Trust, una fundación que se encarga de limpiar zonas bélicas de minas anti-persona. El Príncipe fue patrono de esta organización, a la que su madre, la fallecida princesa Diana, era muy cercana. ¿Quién sabe si este año será también el del amor?
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