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Como cada año, este sábado la reina de Inglaterra, Isabel II, ha celebrado su aniversario de forma oficial con el desfile Trooping the Colour o saludo a la bandera, la formal ceremonia militar que cada año marca el cumpleaños oficial de la soberana. Como es tradición, Isabel II se rodeó de su familia en este destacado acontecimiento que, sin embargo, tuvo un gran ausente: el príncipe George.
El acto ha comenzado cuando la monarca, de 88 años, abandonaba el palacio de Buckingham, su residencia oficial en Londres, junto con su esposo, el duque de Edimburgo, que el pasado día 10 cumplió 93 años, en una carroza de estilo clásico. Posteriormente, Isabel II pasaba revista a los 1.000 soldados de la Guardia Real que participaron en el desfile.
En otro carruaje, tirado por caballos, viajaba la duquesa Catherine de Cambridge, acompañada por el príncipe Harry y Camilla, duquesa de Cornualles. Los tres han saludado desde su vehículo con una gran sonrisa a los ciudadanos que se agolpaban para ver el espectáculo. Por su parte el príncipe Guillermo, coronel de la Guardia Irlandesa, ha acudido a la solemne ceremonia montado a caballo, al igual que su padre el príncipe Carlos, coronel de la Guardia galesa, y la princesa Ana. No hemos podido ver en esta ocasión al hijo del príncipe Guillermo y la duquesa Catherine, el príncipe George, a quien no se le ha visto desde que acompañara a sus padres en varios actos durante su viaje por Oceanía.
Otro de los carruajes lo ocupaban la princesa Eugenia de York con el duque de York, el conde y la condesa de Wessex, viajando no muy lejos del duque de Kent.
El año pasado, durante el desfile, la duquesa de Cambridge era el centro de todas las miradas por tratarse del último acto oficial al que acudía antes de dar a luz. En esta ocasión ha vuelto a serlo, pero por la elegancia y espontaneidad con la que siempre consigue enamorar. Si doce meses atrás lucía embarazo con un ‘look’ rosa pastel, este año ha vuelto a apostar por los colores suaves. Con un traje de chaqueta y falda en un color gris perla pálido firmado por Alexander McQueen, tocado a juego y su permanente sonrisa, la Duquesa ha vuelto a acertar.
Quien ha vestido de rosa en esta ocasión es la Duquesa de Cornualles. Por su parte, Isabel II festejó la ocasión ataviada con un abrigo de seda azul, vestido y sombrero a juego, firmados por la diseñadora Angela Kelly. Junto a ella, el duque de Edimburgo, que actuó, como es tradición, de anfitrión en su papel de coronel de la Guardia de Granaderos. El año pasado no pudo asistir debido a que acababa de ser sometido a una operación, de modo que en esta ocasión ha vuelto con fuerzas renovadas.
Tras el desfile, los miembros Familia Real británica han vuelto al Palacio de Buckingham para realizar el tradicional saludo en el balcón. El broche de oro a la celebración lo puso la vistosa exhibición aérea que todos observaron desde el balcón mientras compartían unas bromas que reflejaban la alegría de la familia en este día.