Los espléndidos George
Se celebra el 300º aniversario de la ascensión de los Hannover al trono británico, la dinastía georgiana
Algunos nombres reales definen mucho más que un mero reinado. Incluso mucho más que una dinastía, como los espléndidos Georges, que presidieron una época notable de la historia británica, germen de mucho de lo que sigue siendo hoy la quinta esencia inglesa. A lo largo de 2014, la entidad Historic Royal Palaces dará vida a la corte de estos Reyes en conmemoración del 300º aniversario de la ascensión de los Hannover al trono británico.
La temporada de los espléndidos Georges se abre el 15 de abril con un ambicioso y emocionante viaje a través de exposiciones y actividades en las residencias reales de Kensington, Kew y Hampton Court, que llevará al visitante de nuevo al estilo de vida de los monarcas georgianos.
George I, su hijo George II y el bisnieto George III reinaron durante una increíble época de la historia británica que transformó la sociedad. En el epicentro de la próspera nación, y entre los muros de los magníficos palacios reales, se encontraba la Corte Real. Suntuosa y decadente, a su vez dividida por las intrigas y el escándalo, captó la imaginación de los súbditos británicos del siglo XVIII, e hizo famosos a los monarcas georgianos y a sus cortesanos.
Los visitantes que paseen por Hampton Court, el Palacio de Kensington y Kew Palace se sumergirán en una experiencia sensorial, que incluirá imágenes, sonidos e incluso aromas de la época de los Georges, para celebrar a estos Reyes y la era tan fascinante en la que vivieron. Mientras tanto, habrá una serie de apasionantes eventos a lo largo del año aptos para todas las edades que revivirán la música, moda y comida de la época georgiana.
Comenzamos nuestro viaje al pasado en el Palacio de Hampton Court con el rey George I, monarca que llegó a Londres en 1714 con un dominio del inglés bastante limitado y unos complicados antecedentes familiares. Nos unimos a su corte en el momento en que bullían las tensiones entre el Rey y su hijo, el Príncipe de Gales, lo que obligó a los cortesanos a elegir bando. Una deslumbrante representación de los apartamentos de Estado de la Reina iluminarán la historia de cómo surgió la dinastía de los Hannover en Inglaterra y explorará cómo el parlamento británico invitó a la familia alemana a convertirse en su Familia Real inglesa.
La saga continúa en el Palacio de Kensington, donde la corte rutilante de George II y la reina Carolina salieron a escena en 1727. Su llegada pregonó una era de cultura, música y moda, que cobrará vida en los maravillosos apartamentos de Estado del Rey de William Kent, restaurados según su antiguo esplendor. Un para los sentidos de música georgiana, cotilleos cortesanos y moda suntuosa. Las muestran en el Palacio de Kensington indagarán en las inquietudes intelectuales de la reina Carolina y su círculo. Los visitantes podrán conocer a la Reina en persona, durante la intimidad mañanera, mientras la viste su rival, la amante del Rey, Henrietta Howard.
Finalmente, en Kew Palace se desvelarán los años menos conocidos de la juventud del rey George III (más adelante notorio por sus accesos de “locura”) en una nueva muestra. Una exposición que ilustrará su educación en Kew Palace y destacará muchos de los intereses e influencias que formaron al joven Rey, que luego se convirtiera en el primer monarca de los Hannover en ensalzar verdaderamente su condición británica.
Lucy Worsley, comisaria jefe de Historic Royal Palaces, dijo: “Estos monarcas georgianos, con todas esas maravillosas rencillas de familia e intrigas palaciegas, se han convertido en una nota a pie de página en la historia de los británicos. A menudo a la sombra de otros predecesores más elegantes y del periodo tumultuoso en el que vivieron. La temporada de los espléndidos Georges de la Historic Royal Palaces en 2014 intentará colocarlos de nuevo en el punto de mira. Al adentrarse en el mundo de la corte georgiana entre los muros de los palacios, los visitantes descubrirán que la dinastía de los Hannover presidió un siglo de estilo dramático, que preservó la monarquía y que, finalmente, se transformó en una familia real muy británica”.