La historia se repite. Los Duques de Cambridge comienzan hoy una gira oficial de casi tres semanas a Nueva Zelanda y Australia junto a su pequeño, el príncipe George, que trae muy gratos recuerdos de la que hace treinta años emprendieron allí mismo los príncipes Carlos y Diana con su pequeño, el príncipe Guillermo.
Diana de Gales, como la duquesa Catherine ahora, trató de compatibilizar sus compromisos oficiales como Princesa con su papel de madre. Así que los viajes alrededor del mundo comenzaron igual de pronto para el príncipe Guillermo que para el príncipe George, con apenas nueve meses, y casualidades de la vida en el mismo punto del globo, allende los mares, en Oceanía.
Hace treinta años
Un magnífico tiempo primaveral y soleado recibió el 20 de marzo de 1983 a los Príncipes de Gales y al príncipe Guillermo a su llegada al aeropuerto australiano de Alice Springs, lo que probablemente contribuyera a dar un aire mucho más informal a la ocasión que en el caso de los Duques de Cambridge, más arreglados y abrigados por el viento y la lluvia.
El príncipe Carlos, que prescindió de la chaqueta de su traje, estuvo pendiente en todo momento de su hijo, que lucía una ranita blanca con bordado de nido de abeja en rojo sin rebeca ni calcetines ni zapatos, a diferencia del príncipe George. La princesa Diana, que llevaba un veraniego vestido verde con cuello babero, se mostró igualmente embelesada con el niño de sus ojos al que sostuvo en sus brazos sonriéndole y dándole mimos todo el rato. Tiernas imágenes que vuelven a repetirse tres décadas después.