Íntimo y muy familiar, así es cómo ha sido el bautizo del príncipe George. En torno a las 14.45 hora local (15.45 hora española) ha hecho su entrada en la capilla real del Palacio de St. James, Los Duques de Cambridge junto al futuro heredero al trono británico, a quien portaba el príncipe Guillermo en sus brazos. Meciéndole lentamente, pero sin descanso, los recién estrenados padres han saludado a la reina Isabel II y su esposo, el Duque de Edimburgo, para a continuación hacer su entrada en el templo seguidos del príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles y el príncipe Harry. Esta ha sido la primera vez que cuatro generaciones de la Familia Real inglesa han sido fotografiados juntos, algo que no ocurría desde 1894 , cuando se celebró el bautizo del que sería después rey Eduardo VIII.
Ya en el interior de la pequeña capilla, la misma en la que se velaron los restos mortales de la princesa Diana en 1997, esperaban al bebé, los padres de Kate Middleton, Carole y Michael, quienes han llegado acompañado por sus otros dos hijos, Pippa y James, así como sus familiares más cercanos y los íntimos amigos de la pareja, quienes han sido los primeros en llegar. Un total 22 invitados, que se han convertido en testigos de un acontecimiento histórico.
Como ya les informamos anteriormente, Guillermo y Catherine han querido romper con los protocolos e infundir normalidad a la ceremonia y por consiguiente a la vida de su hijo, quien quiere que crezca como un niño de lo más normal. Así el pequeño ha contado con siete padrinos o guardas espirituales, como ellos mismos lo han denominado. Así figuran Oliver Baker, que asistió a la Universidad de St Andrews con los Duques; Emilia Jardine-Paterson, que fue compañera de la duquesa Catherine en Marlborough College; el Conde Grosvenor, hijo del Duque de Westminster; Jamie Lowther-Pinkerton, que sirvió como secretario privado a la pareja y al príncipe Harry de 2005 a 2012 y que continúa trabajando a tiempo parcial como secretario privado principal; la honorable Julia Samuel, íntima amiga de la Princesa de Gales; Zara Tindall, hija de la princesa Ana y prima del Duque de Cambridge, y William van Cutsem, amigo de la infancia del Duque de Cambridge.
El príncipe George, que vino al mundo el 22 de julio, ha lucido una réplica del largo faldón de cristianar, blanco con adornos en batista, utilizado en los bautizos de todos los niños de la Familia Real inglesa en los últimos cien años y si durante la ceremonia ha permanecido igual de tranquilo que a su llegada, quizás el hijo de los Duques de Cambridge no haya derramado ni una sola lágrima durante la ceremonia.
El príncipe Guillermo y la Duquesa de Cambridge han elegido dos himnos, dos lecturas y dos cantos tradicionales de la iglesia anglicana para completar esta íntima ceremonia de 45 minutos oficiada por el obispo de Canterbury, Justin Welby, quien ha estado asistido por el deán de la Capilla Real, el reverendo Richard Chartres y el sub-decano de la Capilla Real, el reverendo William Scott.
Los himnos elegidos han sido Breathe on Me, Breath of God y Be Thou My Vision. Las lecturas seleccionadas por la pareja han sido el evangelio de San Lucas, capítulo 18, versículos del 15 al 17 leídos por Pippa Middleton y el evangelio de San Juan, capítulo 15, versículos del 1 al 5 1-5, entonados por el príncipe Harry.
En cuanto a los cantos seleccionados, parece que el matrimonio no ha tenido dudas y ha elegido Blessed Jesu! Here we Stand (compuesto por Richard Popplewell) The Lord Bless You and Keep You (de John Rutter), los cuales han sido interpretados por el Coro de la Capilla Real de Su Majestad. El primero de ellos con gran significado pues fue compuesto especialmente para la ceremonia de bautismo del príncipe Guillermo el 4 de agosto de 1982.
Esta ha sido la segunda aparición pública del pequeño Príncipe, quien aparecía por primera vez 24 horas después de su nacimiento a las puertas del hospital de St. Mary, donde vimos por primera vez la alegría de unos padres primerizos. Hoy hemos vuelto a ver esta alegría reflejada en sus rostros, aunque en esta ocasión también hemos podido ver cómo ha crecido el bebé, quien en su primera aparición pública dormía placidamente en los brazos de sus padres. En ese momento, el príncipe Guillermo comentaba que su hijo tenía un par de pulmones, una energía que hoy no ha demostrado, pues el pequeño ha dado la mejor de sus caras en este primer "compromiso" oficial.