La Duquesa de Cambridge: 'Echo de menos viajar en metro'

La duquesa Catherine se mimetiza con la reina Isabel de Inglaterra para celebrar el 150º aniversario del metro de Londres

Por hola.com

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Viajar en metro en hora punta puede llegar a convertirse en una tortura, excepto si dejas de poder hacerlo por la fuerza (por razones de seguridad y motivos varios) como la Duquesa de Cambridge. La esposa del príncipe Guillermo reveló en la celebración del 150º aniversario del metro de Londres, junto a la reina Isabel y al Duque de Edimburgo, que viajaba en metro con asiduidad en su antigua vida como ciudadana corriente de Reino Unido, antes de contraer matrimonio con el futuro Heredero al trono, y que ahora lo echa de menos.

Las damas reales y viajeras de excepción parecían cortadas por el mismo patrón a su llegada a la estación de metro Baker Street para marcar el señalado aniversario del metro más antiguo del mundo. Prueba de que asimila y siempre toma en consideración las lecciones y consejos reales, la duquesa Catherine se mimetizó con la soberana inglesa para esta ocasión. La Duquesa lució un abrigo con cuello a la caja y con adornos a modo de ribetes a imagen y semejanza del que llevaba también la Reina de Inglaterra, pero en distinto color.

El que lucía la joven esposa del príncipe Guillermo era un diseño de Malene Birger azul petróleo y disimulaba su ya abultada tripita de embarazada. Aunque su embarazo acaparó la atención y tuvo su momento protagonista: la esposa del príncipe Guillermo, que espera el nacimiento de su bebé para julio, rió cuando recibió como recuerdo una placa de Bebé a bordo que aseguró que se la llevaría a casa. La Duquesa coronó su outfit con un tocado negro y unos fabulosos pendientes de brillantes y zafiros. Puso su huella en los accesorios, guantes negros de Cornelia James, bolso clutch y zapatos de tacón de Episode Angel a juego.

 

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Muy similar iba la Reina, aunque ella optó por el beis para su visita al metro. Lució un elegante conjunto compuesto por un vestido de lana fría de Karl Ludwig, que conjuntó con el mencionado abrigo y un sombrero de Angela Kelly. Todo parece indicar al volver a verla sonreír y saludar a la multitud congregada, tanto en la calle como en el interior del metro, que la soberana inglesa ya está completamente recuperada de su reciente ataque de gastroenteritis. A unos pasos, el Duque de Edimburgo, de 91 años, seguía a las damas reales hacia el vestíbulo de entrada donde les esperaba el personal encargado de conducirles a las profundidades para conocer los entresijos del mantenimiento de los vagones y el entrenamiento de los trabajadores. Las admiradores se abarrotaron en el andén contrario para ser testigos de la visita real.

La duquesa Catherine, que visitó ayer junto al príncipe Guillermo las oficinas de la organización benéfica Child Bereavement del Reino Unido, se unía hoy a la Reina y a su esposo, el príncipe Felipe, para descubrir la placa que denomina Queen Elizabeth II a un nuevo tren, y los tres se montaron a bordo. Era el primer compromiso público de la soberana de 86 años después de que permaneciera una noche hospitalizada, la primera en diez años, por una gastroenteristis. Todo sus compromisos oficiales, incluida una visita sumamente anticipada a Roma con el príncipe Felipe, fueron cancelados o fueron aplazados, si bien se recuperó rápidamente y pudo volver al Palacio de Buckingham en menos de 24 horas.

Si la Duquesa era asidua viajera en el pasado del icónico metro, para la Reina tampoco es un completo extraño. Su última visita data de febrero de 2010 y tuvo lugar en la estación de Aldgate donde descubrió una placa conmemorativa dedicada a las siete personas que perdieron su vida allí en los atentados del 7 de julio de 2005. En 1969, consiguió conducir un tren con ocasión de la inauguración de la línea Victoria. Pero su primer viaje fue en mayo de 1939, apenas cuatro meses después de su apertura, junto a la princesa Margarita y su institutriz. Poco tenía que ver con la red que se extiende hoy. El primer tramo del metro que se construyó fue la línea Metropolitan de menos de siete kilómetros de longitud.