Dos soldados de la misión de la OTAN en Afganistán y 16 insurgentes murieron la noche del viernes en el transcurso de un ataque talibán contra la sureña base Camp Bastion, en la que se encuentra destacado el príncipe Harry de Inglaterra, quien está fuera de peligro, según ha comunicado la fuerza militar de la ISAF. El ataque ocurrió entrada la noche en esta base del distrito de Washer, situado en la provincia de Helmand, uno de los bastiones tradicionales de los insurgentes, que atribuyeron la acción a una "venganza" por el vídeo contra Mahoma. La misión de la OTAN en Afganistán ha puesto en marcha una investigación.
El ataque fue reivindicado por un portavoz talibán, Mohamed Yusuf Ahmadi, quien dijo haber causado un alto número de bajas entre los soldados extranjeros y amplios daños materiales."Ha sido un acto de venganza contra el vídeo antiislámico realizado en Estados Unidos", explicó el portavoz talibán.
En Camp Bastion se encuentra destinado el príncipe Harry, en el marco de su segunda estancia militar en Afganistán, donde está en marcha el proceso de repliegue de las tropas internacionales. Según anunció la semana pasada el Ministerio de Defensa de Reino Unido, el hijo de Carlos de Inglaterra pasará los próximos cuatro meses destinado en el territorio asiático como piloto de helicópteros.