Han sido meses complicados en los que se ha preparado a fondo tanto física como mentalmente. Tener el privilegio de representar a su país haciendo lo mejor que se le da, no es cualquier cosa y, por eso, Zara Phillips ha vivido con tanta emoción su debut en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. La hija de la princesa Ana de Inglaterra y del capitán Mark Phillips jamás olvidará el momento en el que entró en la pista del Greenwich Park a lomos de su caballo, High Kingdom, para demostrar sus dotes en la doma clásica. Elegante y correcta como nadie, Zara sabía que por fin había llegado su momento. "Ha sido increíble, increíble", no dejaba de repetir tras finalizar la prueba.
Y es que a pesar de que no consiguió la puntuación suficiente para llegar a los primeros puestos de la clasificación, la amazona irradiaba felicidad y sólo con participar, ya había cumplido su sueño. "Es emocionante participar y poder formar parte de unos Juegos Olímpicos. La gente y el público han estado increíbles", aseguró Zara, que no pudo competir en las olimpiadas de 2004 y 2008 debido a las lesiones de su caballo Toytown. Además, en las gradas contó con el apoyo incondicional de los suyos. Su marido, Mike Tindall, su madre, su abuelo, el duque de Edimburgo, y su hermano, Peter Phillips, a quienes saludó emocionada al terminar la prueba.
Para Zara, que seguirá compitiendo en las pruebas hípicas durante estos días, sería un sueño poder subirse al podio y llevarse a casa una medalla, y así poder rememorar las hazañas de su padre, el capitán Mark Phillips, que ganó el oro olímpico en 1972 y la plata en 1988, y su madre, la princesa Ana, que compitió en los Juegos de Montreal de 1976.