Después un viaje épico que se ha prolongado durante 69 días y ha involucrado a miles de personas inspiradoras de los valores del Olimpismo, la llama Olímpica de Londres 2012 ha llegado finalmente a casa. Los Duques de Cambridge y el príncipe Harry presidieron ayer la multitudinaria fiesta de bienvenida que miles de ciudadanos dieron a la flamante antorcha en la ciudad. Se complació como su portador Wai-Ming que tomó el relevo de este honor de mano de John Hulse en el Palacio de Buckingham. Rostros conocidos se mezclaron con la multitud en una entusiasta atmósfera que daba una ligera idea de lo que puede llegar a ser la ceremonia de apertura de hoy. El Alcalde de Londres contribuyó con su discurso a la excitación general: “Más de tres millones de londinenses han salido a las calles de la capital para animar a la llama y a sus inspiradores portadores olímpicos. La emoción sigue in crescendo hasta culminar en lo que promete ser una ceremonia de apertura gloriosa. Londres está lista y preparada para unos Juegos fabulosos”. Una chispa prendió en la mirada de los Duques de Cambridge. Esa era otra llama… la de su amor.