Renovarse o… La alternativa nunca la sabremos porque el príncipe Carlos y su esposa, duquesa Camilla, se han aplicado el refrán y han dado un giro, que se ha traducido en un vuelco en los resultados de las encuestas de popularidad de la Familia Real inglesa. Un vuelco en el corazón de sus conciudadanos.
Se nota el cambio en el volumen de su agenda oficial: tanto el Príncipe de Gales como la Duquesa de Cornualles tienen ahora mayor protagonismo. No es sólo que tengan más compromisos oficiales juntos y en solitario, sino también que son cada vez más numerosos los que comparten con la reina Isabel. Y es que la soberana inglesa, que tiene ya una edad y una larga trayectoria en el trono, reclama con más frecuencia su presencia en sus apariciones públicas. Hasta tal punto se han acercado que la duquesa Camilla, que no fue invitada hace diez años a las celebraciones del Jubileo de Oro de Isabel II, ha ocupado esta vez en los grandes fastos del Jubileo de Diamante un lugar privilegiado al lado de la Reina.
Pero sobre todo la transformación se aprecia en las nuevas maneras de la pareja real. El príncipe Carlos, gentleman por excelencia, se ha sacudido el exceso de formalidades y ha dado rienda suelta a su humor inglés y su espontaneidad en sus apariciones públicas, como hemos visto en el conmovedor homenaje a su madre, la Reina, tras un emocionante concierto de Jubileo de Diamante. Un discurso lleno de muestras de su simpatía natural: “Majestad… Mami” o “Y sí puedo decir, Majestad, gracias a Dios porque el tiempo mejoró. Y el motivo, por supuesto, es porque yo no hice la previsión metereológica” o “La única cosa triste en esta noche es que mi padre no ha podido estar aquí con nosotros porque, desgraciadamente, fue hospitalizado ya que no se encontraba bien. Pero, damas y caballeros, si gritamos lo bastante fuerte, él podría oírnos en el hospital y mejorar” (cientos de personas rompieron en alirones de “Felipe, Felipe”)… También la duquesa Camilla ha desatado el corsé protocolario y se ha mostrado más abierta y cercana en sus actos oficiales como cuentacuentos, como amiga de los animales, como fan de la patria...
Ha dado buenos resultados. El príncipe Carlos ha superado a su hijo mayor, el príncipe Guillermo, como favorito de los británicos para suceder a Isabel II en el trono del Reino Unido, lo que revierte tendencias anteriores, según indica una encuesta publicada por The Sunday Times. Según el sondeo, realizado por YouGov, la popularidad del Príncipe de Gales, que es el primero en la línea de sucesión a la corona, se sitúa en un 44 por ciento, frente al 38 por ciento que recibe su primogénito, porcentajes que hace solo 15 días eran exactamente intercambiables, apunta el periódico. El Sunday Times señala que el aprecio de los ciudadanos por el Heredero ha aumentado tras sus apariciones en los actos del Jubileo de Diamante. Según este sondeo, la monarquía británica en general se beneficia de los fastos y su apoyo entre el público sube a un 75 por ciento. Tal vez la Boda Real de los Duques de Cambridge y la llegada a la familia de la duquesa Catherine también hayan contribuido a la euforia monárquica. Hay veces que la línea recta no es el camino más directo.
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