Tras deslumbrar a medio mundo con su look con más glamour en la cena en honor del equipo olímpico y paralímpico británico que tuvo lugar hace unos días en el Royal Albert Hall de Londres, la duquesa de Cambridge y el príncipe Guillermo mostraron una imagen más informal en un partido benéfico en el Club de Polo Coworth Park en Berkshire, cerca de Ascot, en el que participaron el pasado domingo los hijos de Carlos de Inglaterra. A diferencia de otras ocasiones en las que apostaba por un estilo más deportivo, Catherine lució un vaporoso vestido en tonos azules de manga larga de la fima Libélula, que combinó con unas sandalias de cuña de Stuart Weitzman.
A pesar de que los Guillermo, Catherine y el príncipe Harry fueron los grandes protagonistas de la jornada, el que sin duda consiguió encandilar a todos fue Lupo, el cocker spaniel de los duques de Cambridge al que no le faltaron atenciones, paseos, caricias... ¡y hasta besos! El hijo menor del príncipe Carlos se deshizo en mimos con la mascota y no sólo nos regaló sus instantáneas más simpáticas sino que mostró su lado más tierno cuando se puso a hacerle carantoñas al bebé de unos amigos. Le acarició, le hizo muecas y consiguió sacarle una sonrisa, dejando muy claro que es un príncipe serio y responsable a la vez que cariñoso y divertido.
Como viene siendo habitual en estos últimos meses, además de sus numerosos amigos, los duques estuvieron acompañados en todo momento por la asistente personal de Catherine, Rebecca Deacon, que lució un vestido azul oscuro con chaqueta a juego, y demostró una vez más la buena relación que mantiene con ambos y tampoco escatimó en muestras de cariño con el pequeño Luppo.