Catherine Middleton, invitada sorpresa en la boda de su amigo Sam Waley-Cohen, que consiguió que su historia de amor con el príncipe Guillermo tuviera un final feliz
Aunque por la mañana asistió al tradicional desfile 'Trooping the colour', después quiso acompañar en el día de su boda a la persona que contribuyó a que con el paso de los años se haya convertido en duquesa de Cambridge
Sam Waley-Cohen, gran amigo de los duques de Cambridge, celebraba ayer uno de los días más importantes de su vida. Sin embargo, sabía que aunque hubiera invitado a Catherine era poco probable que asistiera debido a que estaba participando por primera vez como como miembro de la Familia Real británica en el tradicional 'Trooping the colour', que celebra oficialmente el cumpleaños de la reina Isabel y en el que el príncipe Guillermo estrenó su nuevo grado de coronel de la Guardia Irlandesa.
Sin embargo, Catherine no podía perderse la boda de la persona que propició que se reconciliara con el príncipe Guillermo tras su ruptura en marzo de 2007. Sam organizó una fiesta a la que les invitó por separado para que no descubrieran su plan. Después, cuando se reencontraron sólo tuvo que dejar que hablaran un rato para que descubrieran que realmente querían estar juntos y olvidarse de todas las cosas por las que decidieron romper su noviazgo. Ahora, la duquesa de Cambridge ha querido devolverle el favor acudiendo a su boda con Annabel Ballin, y momentos antes de que comenzara la ceremonia y para sorpresa de todos, Catherine apareció en la iglesia de St. Michael y All Angels de Lambourn (Inglaterra) acompañada por su hermana, Pippa Middleton.
Deslumbrante con un sencillo vestido blanco y negro y el mismo tocado que había llevado por la mañana en el desfile, la duquesa de Cambridge se acercó al novio para felicitarle por el gran paso que iba a dar y, sin duda, le daría algunos consejos y le contaría cómo está viviendo sus primeros meses de casada.
Tampoco quiso perderse el enlace la princesa Beatriz, que ayer fue la única ausente de la Familia Real en la celebración oficial del cumpleaños de Isabel II. La hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson causó sensación a su llegada a la iglesia con un 'look' en tonos malvas y un acompañante muy especial, su novio Dave Clark, con el que sale desde hace más de cuatro años.